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Economía/Empresas.- (Ampliación) Los supervisores británicos denuncian baja calidad y altas tasas en aeropuertos de BAA



    LONDRES, 12 (EUROPA PRESS)

    La Oficina de Comercio Justo británica (OFT, por sus siglas en inglés) pone de manifiesto en un informe que remitirá a la Comisión de Competencia (CC) del país la baja calidad de los servicios en algunos de los aeropuertos gestionados por BAA, así como la insatisfacción entre los clientes y las altas tasas a las aerolíneas.

    BAA, adquirida por un consorcio liderado por Ferrovial, controla los aeropuertos de Heathrow, Gatwick, Stansted y Southampton en el Sureste de Inglaterra, así como los de Edimburgo, Glasgow y Aberdeen en Escocia, en los que gestiona un 60% del tráfico de pasajeros en Reino Unido e ingresa unos 2.000 millones de libras (2.980 millones de euros) anuales.

    La oficina dice haber encontrado "evidencias de pobre satisfacción entre los clientes", de "ineficiencia de las inversiones", falta de suficiente competencia y altas tasas en los aeropuertos escoceses.

    Para la OFT, los aeropuertos del Sureste de Inglaterra, donde BAA controla el 90% del tráfico de pasajeros, deberían abrirse a varios propietarios para mejorar la actividad, mientras que, en el caso de Escocia, donde BAA gestiona el 80% del tráfico, no existe una regulación sobre precios y a las compañías se les imponen tasas superiores a las de Gatwick o Stansted.

    "Pensamos que la actual estructura del mercado no ofrece el mejor valor para los viajeros en Reino Unido y que una mayor competencia en la industria podría ofrecer beneficios significativos", aseguró el director de la OFT, John Fingleton.

    "Existen evidencias de pobre calidad y de altas tasas", añadió, antes de asegurar que "los planes de inversión de BAA, que son de gran importancia en Reino Unido, han generado preocupación entre los clientes". "Hay muestras de que el mercado no está funcionando bien y pensamos que una investigación completa de la estructura de BAA está justificada", añadió.

    En junio, la OFT anunció el inicio de un estudio acerca de la calidad de los aeropuertos británicos, en el que pondría especial énfasis en valorar si es necesaria una mayor apertura a la competencia.