Empresas y finanzas

Los 25 constatan división sobre cómo rebajar precio llamadas en el extranjero



    Bruselas, 11 dic (EFECOM).- Los ministros de la Unión Europea responsables de Telecomunicaciones dejaron hoy constancia de sus diferencias sobre qué regulación es la más adecuada para lograr que las compañías de telefonía reduzcan el precio de las llamadas de móvil cuando el usuario está en el extranjero.

    Aunque todos los países coinciden en la necesidad de tomar medidas para lograr ese objetivo, no se ponen de acuerdo sobre si basta con limitar los precios en el mercado mayorista (lo que las compañías de distintos países se cobran entre sí por acceder a sus redes) o hace falta también fijar topes en las tarifas que pagan los usuarios.

    Durante el Consejo de Ministros que debatió el asunto, España volvió a defender que la regulación se aplique tanto a los precios mayoristas como minoristas de manera simultánea, fijando un nivel de precios para cada uno y sin distinguir entre tipos de llamadas (recibidas, y efectuadas al país de origen, al visitado y a otro país, como propone la Comisión).

    A pesar de la división entre los 25, tanto la comisaria europea de Sociedad de la Información, Viviane Reding, como la delegación alemana, cuyo país ocupará la presidencia de turno de la UE a partir del 1 de enero, mostraron su confianza en que sea posible sacar adelante la nueva regulación durante el primer semestre de 2007.

    La propuesta de la Comisión Europea aboga por establecer un tope para los precios mayoristas y, si en el plazo de seis meses las compañías no trasladan la rebaja a los usuarios, hacer lo mismo de manera automática en el segmento minorista.

    Francia y Alemania presentaron hoy una propuesta alternativa a la de la Comisión, que obtuvo el respaldo expreso de casi una decena de países (Portugal, República Checa, Suecia, Rumanía, Hungría, Bélgica, Letonia y Austria), por la que se fijaría un único tope tarifario en el sector mayorista, calculado a partir de los precios medios que se cobran las operadoras entre sí.

    Estos países proponen, además, introducir una cláusula denominada "amanecer", por la que sólo se establecería un tope de precios en el mercado minorista a las compañías que, seis meses después de que entre en vigor la regulación en el sector mayorista, no hayan reducido sus precios medios.

    Asimismo, la iniciativa franco-británica recoge una idea de Alemania para establecer una "tarifa de salvaguarda" que garantice a los consumidores que no deseen escoger entre las distintas ofertas que no se les cobrará más de un tope determinado por sus llamadas recibidas y efectuadas en el extranjero.

    España es partidaria de establecer precios medios, para permitir a las compañías ofrecer tarifas tanto por encima como por debajo de esos niveles, y también acepta, como alternativa en el mercado minorista, la tarifa de "protección" del consumidor que proponen Francia y Reino Unido, explicaron a EFE fuentes diplomáticas.

    Pero, agregaron esas fuentes, en ningún caso es favorable a la citada "cláusula amanecer", pues considera esencial que los límites tarifarios se apliquen de manera simultánea en el sector mayorista y minorista.

    También la comisaria Reding se declaró en contra de esa "buena mala idea", que obligaría a hacer cálculos muy complicados y casi haría necesario "crear una oficina estadística sólo para los precios en itinerancia".

    En opinión de la comisaria, los países que apuestan por condicionar de esa manera la aplicación de medidas en el sector minorista pretenden, en realidad, aplazar la entrada en vigor de la regulación de precios.

    Por otra parte, algunos países, como Irlanda y Polonia, solicitaron que los topes tarifarios se apliquen también a los mensajes de texto y a la transmisión de datos -servicios que la Comisión excluyó de su propuesta- y otros, como Malta, que se tenga en cuenta la situación específica de las compañías de países más pequeños. EFECOM

    epn/prb