Empresas y finanzas

La industria musical ya no es lo que era: el álbum menos vendido de Adele es el mejor de 2021

  • Vendió más de un millón de copias de su álbum "30" en 2021
  • Este cambio en la industria se debe a la llegada del streaming
"30", el nuevo disco de Adele. Foto: Web oficial de Adele

elEconomista.es

La venta de discos vive sus horas más bajas. La entrada en escena del streaming ha ampliado con creces la industria, pero también ha provocado que los éxitos sean cada vez menores. El ejemplo perfecto de la actual situación del sector es el último disco de Adele, "302, que pese a ser el más vendido de 2021, va camino de convertirse en el que menos ventas registra desde su debut.

Mientras hace una década, al menos 10 álbumes consiguieron vender más de 1 millones de copias, en los últimos años, sólo dos artistas han alcanzado esa cifra. Adele y Taylor Swift se han quedado solas en una lista que antes incluía a cantantes de la talla de Lady Gaga, Michael Buble y Lil Wayne. Y, aún así, ni siquiera ellas consiguen alcanzar las cifras registradas antaño con otros álbumes.

¿Y qué ha cambiado con respecto a esos años dorados? La industria de la música lo tiene claro: el streaming. La caída en las ventas tradicionales no significa que los consumidores hayan perdido el interés por la música o por determinado artista. Es simplemente que la compra de un álbum, ya sea en CD, vinilo o digital, ha perdido todo el sentido frente a la posibilidad de escucharlo online. Esta tendencia se ve claramente con "Dangerous", de Morgan Wallen. La cantante de country vendió menos de 300.000 álbumes el año pasado y, en cambio, la canción se escuchó cerca de 3.650 millones de veces solo en Estados Unidos.

No obstante, el desplome de las ventas tradicionales sí se está traduciendo en una reducción en las ganancias de los artistas. Pese a que el número de reproducciones online bien podría equivaler a millones de álbumes, el valor monetario que reciben los artistas por estas es menor que lo que conseguirían con la venta de un CD o la compra en Amazon Music o Apple.

Asimismo, el streaming ha reducido el impacto y audiencia de un artista. Plataformas como Youtube o Spotify se han convertido en el puente entre los nuevos cantantes y el gran público. Tal es el volumen de música con el que cuentan estas plataformas que los usuarios podrían pasarse toda su vida escuchando canciones y no terminar nunca. Esto ha hecho que la audiencia de los álbumes se reduzca, lo que obliga a los sellos discográficos y a los artistas a publicar música más a menudo para seguir siendo relevantes. Según datos de Bloomberg, el consumo medio de los 10 álbumes del año más vendidos ha caído casi un 27% desde 2015.

Cabe destacar que Adele es una artista que se resiste a las nuevas tendencias. En 2015, la artista esperó antes de lanzar "25" en las plataformas de streaming, lo que impulsó las ventas y le permitió coronarse como el mayor debut individual, un título que aún mantiene. Para "30", Adele lanzó una edición especial sólo disponible en Target. Pese a ser el disco más vendido del año, en lo que respecta al streaming, las cifras de Adele no superan a las de sus compañeros.

La industria de la música se apunta al metaverso

En un intento por ampliar horizontes, la discográfica Warner Music se ha asociado con The Sandbox para crear el primer mundo con temática musical en el metaverso. "LAND in The Sandbox" será una mezcla entre parque temático musical y sala de conciertos, donde habrá actuaciones y experiencias musicales con artistas de la discográfica.

Con motivo de este nuevo acuerdo, The Sandbox celebrará una venta de LAND en marzo de 2022 en la que los aficionados a la música podrán comprar LANDs adyacentes a la propiedad de Warner Music, de acuerdo al comunicado de prensa de la compañía.

La discográfica se convierte así en la primera de la industria en apostar por el metaverso, un negocio que valdrá 21.000 millones de dólares en los ocho próximos años, según estimaciones de la consultora Constellation Research, con crecimientos interanuales de entre el 30 y el 50% hasta 2026. En los próximos cuatro años, el sector espera mover más de 5.351 millones de dólares, con especial impacto en industrias como los videojuegos. comunicaciones, ocio, desarrolladores de software y aplicaciones, comercio electrónicos, redes sociales, turismo, inmobiliario y productividad empresarial, entre otros.