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La escasez también afecta a Rolex: recibe quejas por no satisfacer la demanda

  • No quiere reducir la calidad de los relojes para satisfacer la demanda
  • La reventa contribuye al alza de los precios
Foto: Rolex

elEconomista.es

En un mundo cada vez más polarizado, la moda mantiene su papel de lenguaje universal. Hoy en día, hay nuevos elementos que definen el estatus, como los coches Tesla, pero los clásicos se mantienen. El valor de lucir un bolso Birkin de Hermes o un reloj Rolex es atemporal. Un carácter exclusivo marcado no solo por el precio, sino porque cada vez son más difíciles de conseguir debido al incremento de la demanda, pero no de la oferta, y a la escasez de materias primas.

Tras años de crecimiento constante de la demanda, las ventas de relojes Rolex se resintieron brevemente durante los primeros meses de la pandemia, pero pronto se recuperaron. Solo en julio de 2020, las ventas de Rolex crecieron un 48,5% en Estados Unidos y un 75% en China en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos del grupo de investigación de la industria relojera suiza FHS.

En el caso de Rolex, la escasez de productos es el resultado de una conjunción de factores. Mientras la demanda no ha dejado de aumentar, la oferta se ha mantenido igual. Según señalaba el propio fabricante suizo en un comunicado, esta situación no forma parte de ninguna estrategia, simplemente su capacidad de producción es limitada y no están dispuestos a reducir la calidad (y el precio) de los relojes para satisfacer la demanda.

Un mayor número de distribuidores y la reventa, física y online, también están afectando a la escasez de relojes Rolex. El fabricante suizo no cuenta con una lista de espera oficial de compradores sino que suministra sus relojes a los distribuidores autorizados, quienes deciden cómo venderlos.

Según Yahoo! News, los clientes agotan las nuevas existencias de las tiendas online en cuestión de minutos y, generalmente, los adquieren para venderlos a precios más elevados en el mercado subsidiario o a distribuidores de relojes no autorizados, quienes a su vez los venden todavía más caros. Esto, al final, no hace más que agravar la situación.

Diseñado como un reloj para aventureros, Rolex se convirtió en símbolo de estatus y éxito en la década de los 60. En la década de 1970, se consideró además como un depósito de valor seguro en plena incertidumbre económica. Desde entonces, Rolex ha consolidado su carácter exclusivo, con ventas que superaron los 4.600 millones de euros en 2019, según estimaciones de Morgan Stanley.