Empresas y finanzas
"Zardoya aprovechará que no tiene deuda para acometer nuevas compras"
Desde la perspectiva que otorga la cercanía de la jubilación, el consejero delegado de la compañía cotizada Zardoya Otis, Mario Abajo, mira con relativa calma los actuales tiempos de incertidumbre económica. Aunque reconoce que no está siendo ni será un año de muchas alegrías para un negocio como el de los ascensores, tan estrechamente ligado a la construcción, su vocación inicial basada en el mantenimiento dice que les ayudará a resistir en la tormenta.
¿Cuál ha sido la evolución de la compañía durante 2008?
Vamos resistiendo. Ha habido un crecimiento del servicio del 11,6% y un crecimiento de la exportación del 27,4%. El problema ha estado en la otra pata de nuestro negocio, la venta nueva, que ha decrecido un 6,6% en 2008.
¿Cómo pretenden compensar esta caída?
Hay que tener en cuenta que el grueso de nuestro negocio se encuentra en el mantenimiento, que representa el 70% del total de nuestra facturación. A mi juicio, la caída de la venta nueva ha sido pequeña en comparación con lo que será este año, por lo que centraremos nuestros esfuerzos en la exportación y el servicio.
¿Cuáles son los principales mercados para el negocio de Zardoya Otis?
Principalmente en Marruecos y Portugal. Aunque también trabajamos para los países de Oriente Medio. Son zonas muy interesantes para nuestro negocio, ya que operamos en grandes edificios de viviendas y también hoteles, aunque en menor medida.
¿Están notando allí también la crisis del ladrillo?
Hemos empezado bien el año porque hay que recordar que la recesión en estos países no se está notando tanto. Parece obvio que la crisis no está afectando a todos por igual, y de esto nos estamos aprovechando.
¿Cuál es su actual cartera de pedidos?
Se ha reducido un poco, concretamente un 10%. Ahora mismo es de 152 millones de euros. En lo que se refiere a los pedidos de venta nueva ha caído un 14%. La buena noticia es que esta reducción se ha dado principalmente en España, pero en Portugal y Marruecos la cosa ha ido bastante bien, aunque la diversificación es todavía pequeña.
¿Tendrá esta caída alguna repercusión en sus fábricas de Madrid y San Sebastián?
No por el momento, porque la exportación nos ha ayudado mucho. Además hemos tenido la transferencia de producción de una fábrica de Francia a nuestra fábrica de Madrid. Eso nos ayuda a compensar la carga. Ni qué decir tiene que si nadie quiere hacer ascensores, mal asunto. Pero bueno, seguiremos ahí.
¿Tienen previsto abrirse a nuevos mercados?
Nuestra vocación está permanentemente orientada al servicio. Este año hemos conseguido por primera vez superar la cifra de 250.000 unidades en contrato de mantenimiento, lo que representa un 5% de crecimiento. Además hemos integrado una nueva compañía a nuestro negocio, Ascensores de Vega, que nos ha permitido seguir creciendo en conservación y mantenimiento.
¿Qué más operaciones hay en este sentido?
Lo que tenemos claro es que seguiremos comprando. Ten en cuenta que en España hay unas 500 empresas de ascensores medianas y pequeñas, y son muy interesantes para incrementar nuestra presencia en determinadas zonas donde no tenemos tanta penetración. Suponen un complemento muy importante para reforzar nuestra red de servicios, y seguiremos comprando. Los tiempos de crisis son tiempos de invertir en la máquina de crecimiento futuro. Además, nuestra deuda es cero, lo que nos facilitará mucho las cosas.
¿Continuarán con su actual política de dividendo?
Por supuesto. Acabamos de repartir un dividendo de 0,16 euros por acción. Seguiremos como hasta ahora, ofreciendo tres al año. Esta política no ha cambiado nunca y y no va a cambiar ahora.