Empresas y finanzas

Las aerolíneas adelantan un invierno bajo mínimos y urgen más ayudas

  • Prevén caídas del 80% de la demanda y baja ocupación que ahoga la rentabilidad
  • Piden alargar los Ertes hasta marzo y un "plan de supervivencia" que garantice la liquidez
Aviones de Ryanair

África Semprún

Las aerolíneas miran con pesimismo a la temporada de invierno tras un verano mucho peor de lo esperado, que no ha servido para llenar la caja y reforzar la liquidez. Entre junio y agosto, el sector ha operado de media un 36% de su capacidad, pero apenas ha tenido un 20% de los pasajeros registrados el año pasado, lo que implica que los aviones han "ido más vacíos", hundiendo la rentabilidad de los pocos vuelos operados.

"La ocupación de agosto ha estado en torno al 60% de media, es decir, por debajo de break even. Con esos niveles de demanda no se puede ganar dinero. El objetivo es minimizar pérdidas y seguir operando", señaló Javier Gándara, presidente de la asociación aérea ALA.

"En septiembre y octubre se pondrá en el mercado un 40% de capacidad, que vendrá a dar entrada a un 20% o 30% de pasajeros"

De cara a la recta final del año, "la visibilidad es muy limitada", pero la patronal espera que la oferta se mantenga en torno al 40% de la registrada en 2019, aunque "los pasajeros serán menos". "En septiembre y octubre se pondrá en el mercado un 40% de capacidad, que vendrá a dar entrada a un 20% o 30% de pasajeros (un 70%-80%). Para noviembre y diciembre no hay datos fiables, pero se esperan estos niveles", explicó Gándara en un encuentro en el que dejó claro que "se espera un invierno muy duro tras un verano nefasto".

La capacidad prevista en los próximos meses implica que las aerolíneas van a recortar su oferta con respecto a agosto, cuando en España llegó al 55% del año pasado. En junio fue del 41%. En esta línea, Eurocontrol espera ahora una caída del 60% de la oferta en enero de 2021 respecto a 2019 y del 50% en febrero, lo supone un ajuste respecto a la previsión de descenso del 20% y el 15% publicada en abril.

Y es que, si julio y agosto no remontaron, las cuarentenas impuestas a raíz de los rebrotes de Covid han hundido las reservas de otoño y las ofertas no consiguen animarlas. "Las reservas de septiembre arrojan un panorama desolador, porque además los tráficos intercontinentales prácticamente no existen. Para octubre no pinta nada bien", dijo Gándara.

"Las reservas de septiembre arrojan un panorama desolador, porque además los tráficos intercontinentales prácticamente no existen"

Con estos bajos niveles de actividad, las aerolíneas que operan en España mantienen a 14.363 trabajadores en los Erte por fuerza mayor, el 80% del total. El sector recuerda que la incertidumbre es tan alta que necesitan que se extiendan hasta primavera de 2021, para ganar flexibilidad y poder ir adaptando la oferta a la demanda y a las limitaciones, que cambian mes a mes. Aun así, por mucho que se alarguen los Ertes, el sector asume que tendrá que llevar a cabo ajustes de personal para adaptarse al mercado, ya que no se va a recupera la demanda hasta 2024. En este contexto, la ampliación de la relajación de la regla 80-20 de los slots (use it or lose it) ayuda a las aerolíneas a graduar la reapertura de las rutas, que se va a concentrar en las más densas.

Gándara pidió al Ejecutivo que sea "más receptivo con las necesidad del sector" y que ponga en marcha un plan de salvamento que garantice la supervivencia y no implique más deuda. "No es descartable que las compañías sigan teniendo problemas de liquidez y más cuando hay que empezar a devolver los créditos (ICO) y moratorias sin la capacidad de generar ingresos. Necesitamos un plan de supervivencia que facilite la liquidez necesaria para las aerolíneas", señala Gándara, que insiste en la importancia de bajar todas las tasas aeroportuarias desde el primer pasajero para ayudar a incentivar la demanda y limitar la salida de caja. .

Al reto que implica el Covid-19 se suma de nuevo el Brexit, que amenaza otra vez con consumarse sin acuerdo, lo que podría poner en peligro los vuelos entre España y Reino Unido. En este punto, ALA solicita al Gobierno que amplíe la medida para rebajar las tasas a los británicos, ya que al dejar de ser comunitarios se dispararía su coste.