El sector sanitario reclama un plan de reindustrialización e incrementar la inversión
Javier Ruiz-Tagle
El sector sanitario está comprometido a impulsar la mermada economía que ha dejado tras de sí la pandemia. La oferta de iniciativas es muy variada, porque son muchas las aristas empresariales que conforman el sistema sanitario, y también industrial, de España. Reducir la dependencia del exterior, fortalecer la red de vigilancia de salud pública y poner a disposición del paciente todas las innovaciones que se vayan adquiriendo son las máximas de este conjunto de empresas, que también piden para ello apoyo de la administración y una financiación suficiente para Sanidad.
El plan de industrialización que ofrece la industria farmacéutica y tecnológica española estuvo ayer representada en la CEOE por los presidentes de Farmaindustria y Fenin, además del CEO de Rovi. Todos ellos coincidieron en la necesidad de reducir la dependencia comercial de España con un incremento de fábricas, al tiempo que se favorecería también la creación de un tipo de empleo de calidad. "Dependemos mucho de China e India. Tenemos que reindustrializar España y estamos comprometidos con ello", afirmó el máximo responsable de Farmaindustria, Martín Sellés. "Hay que atraer inversión y crear tejido industrial y para ello necesitamos un marco atractivo y seguro, tanto jurídica como fiscalmente", añadió su homóloga en Fenin, María Luz López Carrasco.
Ambas patronales también pusieron en valor el trabajo realizado durante esta pandemia, casi a contrarreloj y con las mismas dificultades de mercado que todo el mundo comenta. Desde Fenin se puso en marcha casi desde el primer minuto el corredor aéreo (junto con Oesía e Iberia), que estuvo trabajando incansablemente hasta el pasado día 11, tras traer a España 122,74 millones de equipos y material sanitario. También Farmaindustria, quien recordó que durante todo este tiempo han conseguido mantener el stock y nutrir de medicamentos a todos los pacientes que lo necesitaban en España, que ascienden a unos 25 millones. Pero para no tener que volver a las mismas vivencias, la receta de ambos dirigentes pasa por ese plan de reindustrialización y una inversión sanitaria que alcance el 7% sobre el Producto Interior Bruto.
Ese plan, además, acarrea muchos empleos, que en el caso de este sector suelen estar acompañados de currículum universitarios y condiciones estables. "Nosotros podemos dar empleo de calidad y, además juvenil. El 94% de nuestros contratos son indefinidos, el 66% están destinados a titulados universitarios y el 33% son a menores de 29 años", dijo el CEO de Rovi, Juan López Belmonte. Además, puso en valor el que de las 82 plantas de fabricación y producción de la industria farmacéutica en España "la mitad tiene matriz nacional, lo que significa que las decisiones se toman aquí". López Belmonte también fue claro en cuanto a las necesidades que necesitan para poder alcanzar estos compromisos. "Pedimos una estrategia de país y un entorno regulable. Estamos en un momento histórico. Si el Gobierno nos apoya, podemos liderar la reactivación económica", añadió.
Dentro de el sector sanitario, el papel de la farmacia y la distribución ha sido clave para que el medicamento llegara a quien más lo necesitaba. El presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles, Luis de Palacio, recordó que las boticas as fueron declaradas esenciales y ahora que ha pasado la primera oleada del Covid-19 reivindican mantener su papel y ampliarlo con nuevos servicios. "Queremos una revisión del estatus de la farmacia porque entre otras muchas otras actividades, podríamos ser un sensor de salud pública. Hacer vacunación en la farmacia y poder hacer test; así se disminuye el riesgo", apuntó.
La idea de servir como un elemento sumador de la salud pública también fue esgrimido por el presidente de la distribuidora Cofares, Eduardo Pastor. "La distribución es un termómetro de la salud pública. En diciembre vimos el aumento de compra de mascarillas y también somos conscientes de casos de pacientes con síntomas. Además, ya hemos demostrado nuestra efectividad y función dinamizadora en las campañas de formación e información", afirmó.
Desde Cofares, como hicieron tanto Farmaindustria como Fenin, también señalaron la necesidad de contar con una reserva estratégica para no depender del exterior así como incrementar "en al menos un punto del PIB" la inversión en Sanidad.
Peticiones en Sanidad Privada
Otro de los exponentes del sector que visitó la CEOE fue Carlos Rus, presidente de la patronal de la sanidad privada ASPE. El dirigente expuso que el sistema sanitario no se puede concebir sin la privada e incidió en el papel que han desarrollado durante el Covid. "Hemos atendido al 14% del total de casos UVI y el 90% de los centros privados ha contratado personal, tenemos un 5% más que en 2019", dijo. Sin embargo, se mostró molesto con el Gobierno por no haber respondido a sus peticiones, que se basan en una retribución por los servicios prestados así como una indemnización por no haberles permitido cerrar ningún centro al tiempo que le desprogramaban toda la actividad no urgente, algo que ha deterioro su facturación.
¿La vacuna?
El reto para obtener la vacuna es doble. Por un lado hay que avanzar en los ensayos clínicos para poder desarrollarla pero también hay que producirla a niveles nunca antes contemplados. "Vamos a necesitar unas 10.000 millones de dosis porque cada ciudadanos del mundo va a necesitar dos dosis", explicó el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés. En España siguen las negociaciones entre el Ministerio de Sanidad y las fábricas veterinarias para poder producir la vacuna al no existir una planta propias de vacunas pero este lunes Sellés abrió una puerta nueva. "Queremos que vengan ensayos clínicos de la vacuna a España y que algunas se produzcan aquí porque lo que queremos al final es que España tenga tantas vacunas como el resto de países", afirmó.