Empresas y finanzas

El Banco de España limitará a las entidades que sean recapitalizadas



    El Banco de España ya ha fijado las reglas sobre el nuevo escenario que se presenta en el sector financiero de nuestro país. El supervisor está dispuesto a tomar cartas en el asunto de forma inminente sobre la situación de las entidades y no quiere que su política sea contraproducente para el sistema, como la llevada a cabo en otros países: quiere salvaguardar la competencia. Blog La telaraña, por Pepe Contreras: Comienza el 'baile' de las fusiones de ZP.

    El organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha decidido que a las cajas o bancos que sean recapitalizados o reciban algún tipo de ayuda pública para mejorar su solvencia se les impondrá limitaciones de tipo operativo con el objetivo de no desvirtuar las leyes de competencia, según ha podido saber este periódico en fuentes conocedoras del proyecto.

    Ayudas para CCM-Unicaja

    De esta manera presiona a las cajas de ahorros, para que salven todas las trabas administrativas y políticas y pongan en marcha un proceso de fusiones. Si no llegan a un acuerdo de integración, el Banco de España tiene intención de intervenir, tal y como publicó este periódico el sábado pasado.

    La intervención, en principio, se llevaría a cabo a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), aunque no se descartan otro tipo de iniciativas. Incluso, en el caso de las fusiones, las implicadas podrían recibir apoyos de tipo público con el fin de que la operación sea menos dolorosa. La operación que intenta cerrar Caja Castilla-La Mancha con Unicaja requeriría de ayudas públicas, tal y como han solicitado los afectados.

    En este caso, el regulador tendrá en cuenta las peticiones del resto de agentes financieros, que muestran sus reticencias por las ventajas que puede suponer un rescate. En los últimos meses, los bancos y las cajas españolas han manifestado su oposición a las ayudas de otros Estados a sus entidades, principalmente en Europa, porque perjudicaba su posición tanto en el mercado nacional como en el extranjero.

    Incluso, el Banco de España llegó a poner en tela de juicio este tipo de intervenciones, ya que "alteran el juego competitivo". Esta consideración se realizó, sin citar a nadie, tras la inyección de capital del Gobierno holandés a ING. "Las medidas adoptadas deben hacerse de un modo transparente y sin distorsionar el terreno competitivo", sostuvo la institución en el último Informe de Estabilidad Financiera, en el que advertía de que "la recapitalización de entidades que, aparentemente, no presentan problemas de solvencia, podría dar lugar a distorsiones no deseadas".

    La lucha de bancos y cajas españolas ha llegado a Bruselas, donde han insistido en la necesidad de acotar las actuaciones comerciales de las entidades rescatadas. Los límites podrían establecerse en su oferta comercial, en los tipos de interés para captar depósitos o hipotecas, y en su expansión.

    La intervención del regulador o del Gobierno en las entidades conllevará, previsiblemente, un recorte de las estructuras, como sucursales y la venta de algunos activos, con el fin de que la ayuda sea lo menor posible y la normalización llegue cuanto antes.

    La intención gubernamental también pasa por una limitación en la retribución de los consejos de administración y los directivos. El Ejecutivo se ha mostrado receloso de los salarios de algunas empresas, principalmente del sector financiero, y ha subrayado que "no es momento de sueldos estratosféricos". Este límite iría en consonancia con planes de otros países.