Empresas y finanzas

Villarejo admitió al jefe de la Udef que cobró en Suiza y repatrió el dinero

  • El excomisario usó el pago del servicio de inteligencia israelí para comprar caballos
Imagen de archivo del excomisario José Manuel Villarejo en una visita a los juzgados. EFE

Eva Díaz
Madrid,

El excomisario de policía, José Manuel Villarejo, reconoció en una conversación -que él mismo grabó- con José Luis Olivera, entonces jefe de la Udef (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal), que recibió pagos en el extranjero. El exinspector mantuvo una comida informal a mediados de 2009 con Olivera de la que dejó constancia a través de una grabación, que le fue intervenida en el marco del caso Tándem, la investigación judicial que se lleva a cabo contra él.

En el encuentro, Villarejo relató al entonces jefe de la Udef que había cobrado en Suiza varios trabajos que realizó para El Mosad, el servicio de inteligencia israelí. El expolicía explicó que le pagaron 40 millones de pesetas (hoy, unos 240.000 euros), de los que lamentó que al final se quedó con unos 30 millones de euros porque el resto se lo quedaron "los suizos". Villarejo mostraba así su malestar a su interlocutor al que acabó confesando que, "al final", se le "cruzaron los cables", se fue a Suiza y se trajo "la pasta en crudo".

Según la historia que relató el excomisario, Villarejo cobró estos trabajos del servicio de inteligencia israelí en la década de los noventa. El expolicía, aseguró que entonces tenía caballos y destinó el dinero a hacerse con más porque los caballos "se compran en crudo". Olivera siguió con normalidad la conversación con Villarejo comentando el sistema de banca suizo.

Más años en prisión

Villarejo permanece en prisión provisional desde finales de 2017 por delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, organización criminal, revelación de secretos, cohecho, tráfico de influencias, falsedad documental, extorsión y encubrimiento. La Sala Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional decidió a mediados de diciembre prorrogar su estancia en prisión dos años más (hasta cuatro, el máximo permitido sin que haya juicio), alegando riesgos de fuga por sus conexiones en el extranjero y su capacidad económica. La Justicia busca evitar la ocultación de pruebas -al haber aún diligencias pendientes- y asegura que aún se está analizando el material encriptado que se le intervino. Villarejo respondió con un comunicado a la decisión de la Audiencia Nacional asegurando que el material ya está desencriptado puesto que todo tenía la misma clave.

El excomisario acusó al CNI de utilizar programas de clonación de voz para atribuirle declaraciones falsas en las grabaciones. Así, aseguró que si sale de prisión demostrará la verdad, pero acusa al juez del caso Tándem, José Manuel García Castellón, de querer mantenerle en la cárcel para evitarlo. Según el exinspector, se está seleccionando la información que sale a la luz, poniendo a determinadas empresas en la picota (como BBVA o Iberdrola) y protegiendo a otras (en presunta referencia a la prohibición del juez de publicar la información que Villarejo atesoraba sobre ACS).