Empresas y finanzas

Cabify más que duplica su flota en Barcelona ante el freno de las multas

  • La plataforma contará con 800 vehículos y promueve rebajas del 15%
  • La Generalitat espera a la resolución judicial de las 50 sanciones impuestas

África Semprún

Cabify avanza con paso firme en Cataluña pese al cambio normativo que llevó a su principal competidor, Uber, a dejar el mercado y al taxi a celebrar una victoria sobre las VTC. La plataforma de movilidad ha anunciado que ha ampliado su flota en la Ciudad Condal hasta los 800 coches, que rebajará sus tarifas un 15% de cara a finales de año y que empezará a prestar servicio en Mataró, Terrassa, Martorell y Sitges ante "la fuerte demanda".

Así, Cabify ha más que duplicado la flota con la opera en la provincia catalana desde que regresó en marzo de 2019 con apenas 300 vehículos.

La apuesta de Cabify por seguir creciendo en Cataluña con su servicio de reserva de coches VTC coincide con un frenazo a las denuncias y la apertura de expedientes por parte de la Generalitat por "incumplir" el decreto ley que obliga a que los viajes se contraten con una antelación mínima de 15 minutos. Y es que, según reconocen desde el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, desde que se abrieron los 50 expedientes sancionadores contra las VTC "no ha habido más denuncias" ni "se han abierto más procesos".

Desde que se abrieron los 50 expedientes sancionadores no constan más denuncias

En este punto, explican que los 50 expedientes sancionadores están en recurso de alzada y que algunos ya han llegado a los tribunales (Contencioso administrativo) y que de ese proceso el Govern envió "un requerimiento a la compañía para que adecuara su actividad a la normativa y respetara los 15 minutos entre viaje. Se le dejó claro que era entre trayectos y no contratación", explican fuentes del Departamento, que aseguran que si quieren operar deben cumplirlo.

Cabify asegura que no ha cambiado su modelo y que confían en su legalidad

Fuentes cercanas a Cabify aseguran que no han modificado su modelo operativo desde que volvieron en marzo, por lo que no esperan 15 minutos para operar, y que confían en la legalidad de la misma. En este punto, otras fuentes del sector explican que desde el Govern se ha optado por hacer la vista gorda hasta las 50 denuncias se resuelvan en vía judicial.

Para recuperar el mercado catalán, la firma que dirige Mariano Silveira compró la compañía Prestige&Limusine, que tiene licencias de VTC en propiedad, y creó un sistema para burlar la precontratación de los 15 minutos. Este modelo consiste en la firma de un contrato de un año entre Prestige & Limusine y el usuario que se descarga la aplicación que recoge el derecho a solicitar tantos viajes como se desee y pagar en función a ellos pero sin tener que firmar formalmente un contrato ya que la operación se realiza bajo el acuerdo marco de un año. Así, el conductor no tiene que esperar 15 minutos entre que termina un viaje y acepta otro. Cosa distinta es lo que tarde en llegar hasta el cliente, lo que estará determinado por la demanda y el tráfico.

La guerra contra Uber y Cabify en Barcelona ya tuvo un primer tropiezo la capital. La justicia suspendió el reglamento Ayuntamiento de Ada Colau que elevaba el tiempo de espera entre viajes a los 60 minutos. Una medida que, según el magistrado, atenta contra el libre establecimiento de las empresas, es discriminatorio, e impone limitaciones por encima de sus competencias, ya que el Real Decreto-ley 13/2018 impulsado por Ábalos da una moratoria de seis años para que las VTC operen libremente.

Desde este verano, Cabify ofrece en Barcelona dos experiencias más de viaje accesible y sostenible: Lite, con su servicio de transporte VTC y las motos eléctricas de MOVO. Con ello, Cabify fortalece su posicionamiento como empresa de movilidad como servicio (MaaS) y ofrece la posibilidad de seleccionar la solución de movilidad que mejor se adapte a las necesidades de los usuarios en cada momento.