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Fin de la 'guerra del cava': el Gobierno cede y da el control a Cataluña

  • La D.O. Cava cuenta con 36.000 hectáreas, 30.000 están en Cataluña

Rafael Daniel

El Gobierno ya no tendrá que bregar cada año con la polémica sobre la autorización de nuevos viñedos en la Denominación de Origen Cava. El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes una nueva normativa que deja en manos de los consejos reguladores de aquellas D.O. que abarcan más de una comunidad la potestad de decidir cuántas plantaciones nuevas se deben incorporar cada año.

Aunque la medida afecta a tres Denominaciones -Rioja, Jumilla y Cataluña- es en realidad esta última la que ha metido presión para modificar una norma que, tras el cambio aprobado por la Unión Europea en 2016, dejaba en manos de cada Estado el incremento del potencial vitivinícola, es decir, de la superficie de viñedo.

De esta manera, era el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el que, a propuesta debidamente fundamentada de los Consejos Reguladores, decidía finalmente la superficie nueva de viñedo que se plantaba en cada Denominación.

Derivó en la 'guerra del cava'

Desde que se aprobó la nueva norma, las tensiones entre Cataluña y la Comunidad Valenciana y Extremadura, dos de las siete comunidades que también pertenecen a la D.O., han ido creciendo y han derivado en la que se ha conocido como la 'guerra del cava'.

Mientras el Consejo Regulador, controlado por los bodegueros y cultivadores catalanes, solicitaba año tras año la congelación de la superficie de viñedos por la caída de ventas de los espumosos elaborados en esa región, Extremadura y la Comunidad Valenciana abogaban por no poner trabas al fuerte crecimiento de las bodegas de Almendralejo y Requena.

Y en esa tesitura, cada año el Ministerio intentaba una solución salomónica que, como suele ocurrir, no contentaba a nadie.

La D.O. Cava cuenta con unas 36.000 hectáreas, de las que 30.000 están en Cataluña. Almendralejo y Requena han capitalizado el crecimiento de las 4.500 hectáreas que se han incorporado al hilo de la nueva normativa.

Ahora, a pocas fechas de unas nuevas elecciones generales, el Gobierno ha optado por sacudirse el problema. Tras aprobarse la medida, al presidente del Consejo Regulador Javier Pagés le faltó tiempo para felicitarse por una medida que califica de "reivindicación histórica ante la situación excedentaria del sector, que ha conducido a una caída de los precios que se pagan por las uvas y por el vino base".

Momento crítico

La medida llega además en un momento clave para el Consejo Regulador, que intenta detener la creación de una nueva denominación de origen de espumosos del Penedés anunciada hace unos días por Corpinnat (una escisión del cava integrada por nueve bodegas) y Clássic Penedés (los espumosos amparados por la DO Penedès).