Empresas y finanzas

Un fondo de Luxembugo suma 1.050 licencias de VTC más en plena ola de restricciones

  • Stone Peak aumenta el 50% su flota, a los 3.064 coches, tras aliarse con Castellanos

África Semprún

El fondo de Luxemburgo Stone Peak aglutina ya más de 3.000 licencias de VTC en España. En plena ola de restricciones, la sociedad controlada desde las Islas Vírgenes está realizando una fuerte apuesta por el sector en nuestro país y, además de comprar Moove Cars y Ares Capital, está engordando su flota a pasos agigantados.

En concreto, en los últimos seis meses ha sumado al menos 1.050 licencias de Uber y Cabify nuevas, por lo que ya tiene un parque de 3.064 vehículos operando y supera con creces en volumen a los otros reyes de las VTC, como Rosauro Varo o Antonio José Parrondo. Así, Vector Ronda Teleport, la firma del novio de Amaya Salamanca que fue comprada por Cabify tras el cambio normativo en Barcelona, tiene actualmente unas 645 licencias operativas, según consta en el registro de Fomento, mientras que Auro, que vendió Prestige & Limusine también a Cabify, llegó a tener una flota de 1.700 vehículos.

StonePeak, que controla Moove Cars y Ares Capital a través de la firma española Siargo y cuenta con el empresario Jaime Castellanos en su consejo, tenía unas 2.015 licencias activas en febrero, cuando la Generalitat de Cataluña aprobó la precontratación de 15 minutos para las VTC provocando la salida de Uber de la región. De estas, unas 180 estaban registradas en Barcelona y 950 en Madrid.

Así, en los últimos meses y pese a la espantada de Uber y el cambio de modelo de Cabify, que volvió a operar en Barcelona hace poco con unos cientos de vehículos, el fondo radicado en Luxemburgo actualmente tiene activas 560 licencias de VTC en la Ciudad Condal y 1.355 en Madrid, donde se concentra el grueso de la flota de coches que trabajan con Uber y Cabify (tiene registrado el 51% de las 15.454 licencias que había activas en España en agosto) ya que, junto con Andalucía y Galicia, es uno de los mercados con más demanda y libertad que quedan en nuestro país. Por su contra, también se han puesto limitaciones a su actividad en Valencia, de donde también ha salido Uber, Palma Mallorca, donde nunca han operado, y en Andalucía, donde el taxi está negociando algún tipo de cambio.

El plan de aumentar el número de licencias activas en Barcelona, lo que implica tener un coche asociado, va en contra de la decisión tomada por otras compañías que han preferido dejar inactivos los permisos hasta que se despeje el futuro del sector en Cataluña, donde un juzgado ya ha señalado que la precontratación es discriminatoria, por lo que suspendió cautelarmente el reglamento del Ayuntamiento de la Ciudad Condal que elevaba a una hora el tiempo de espera entre la solicitud del servicio y la prestación efectiva del mismo. La justicia ordinaria no se puede pronunciar sobre el decreto ley de la Generalitat por su rango de ley, pero ya se está trabajando en las vías para que la precontratación se declare inconstitucional.

Vector Ronda tiene solo dos licencias activas en Barcelona, frente a las 250 que tenía en febrero

Así, según consta en el registro de Fomento, Vector Ronda tiene solo dos licencias activas en Barcelona, frente a las 250 que tenía en febrero, antes del cambio normativo. El grupo, a través de Forever Tour, mantiene activas otras 330 en la Ciudad Condal y 30 en Tarragona. Dentro de Cabify, Prestige & Limusine ha reducido su flota catalana un 70%, pasando de las 234 de febrero a las 69 que actualmente constan activas en el registro del Ministerio de Fomento. En esta línea, Tibus, del grupo Alsa y que trabajaba con Uber, tiene 19 licencias, frente a las 120 de hace unos meses.

Fuentes de Unauto explican que 2019 es un año de visado de los permisos para operar una VTC, por lo que las empresas están optando por mantener las licencias inactivas durante un año, que es el periodo legal que se pueden tener sin explotar y que no te la quiten, para ahorrar costes y concentrar los activos en regiones con más proyección hasta que se aclare la situación en Barcelona y, por ejemplo, se vea si la alternativa desarrollada por Cabify de cerrar contratos de un año para saltarse la espera de 15 minutos, recibe el visto bueno definitivo de la Generalitat, que ya le ha pedido información al respecto. Así, las compañías no están renunciando a ellas, sino que las guardan en un cajón a la espera de ver qué pasa.

En este punto, fuentes de Vector explican a este diario que "durante este verano se han desarrollado distintos proyectos operativos y de renovación de flota por los que estas licencias se encuentran temporalmente inactivas, siendo esta una posibilidad que contempla la normativa aplicable a esta actividad de transporte".