Calabazas de cabello de ángel, el oro de la repostería que triunfa entre los agricultores
- Aumenta el interés por este producto entre la industria del dulce
Enrique Palomo
La calabaza de cabello de ángel, también conocida como calabaza Cidra, es un cultivo alternativo en regadío en el que se han refugiado algunos agricultores ante la escasa rentabilidad de los tradicionales. La demanda de la industria repostera, que valora su fruto maduro para la elaboración industrial de cabello de ángel, ofrece precios interesantes y estables. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro
La calabaza de cabello de ángel tiene unos costes por hectárea que rondan los 1.000-1.500 euros por hectárea frente a cultivos más tradicionales como la patata donde el agricultor tiene que invertir casi 5.000 euros. "Los precios son muy estables, rondan los 70-80 euros por tonelada y normalmente prácticamente todos realizamos contrato con la industria o una cooperativa que se compromete a comprar toda la producción", explica César Herrera, agricultor en Laguna de Duero (Valladolid).
La única desventaja que presenta es que las heladas o el calor den al traste con toda la producción o reduciendo a la mitad, una cosecha media que suele estar entre los 40.000 ó 60.000 kilos por hectárea. "El peligro que tiene es que te llegue una helada en el peor momento y la calabaza no termine de hacerse, de cuajar, algo que puede pasar. Sin la carne de esta calabaza, el producto pierde todo su valor", comenta Herrera. Inclemencias climatológicas a las que están expuestos todos los cultivos, solo que este, a diferencia de los tradicionales, la inversión es considerablemente menor, el agricultor arriesga menos en caso de que el año venga torcido.
Descanso para la tierra
Esta calabaza es un cultivo interesante también, además de por su rentabilidad, porque descansa la tierra -muy parecido a un barbecho- y tiene un fácil manejo que no lleva muchos tratamientos. "Lo único a tener en cuenta es que hay que tratarla con un insecticida contra la araña roja porque es propensa al ataque de este insecto". Otro aspecto importante si nos introducimos en su cultivo es que no dispone de herbicidas específicos, se hace un control mecánico.
La temperatura óptima para su cultivo es de 28-32ºC; por debajo de los 10ºC se paraliza el desarrollo, y la temperatura máxima en la que vegeta es de 42ºC. Durante la época de floración necesita temperaturas medias con un máximo de 32ºC y, si en este periodo hace frío o se supera en exceso la temperatura óptima, se producen pocas flores y el fruto no llega a cuajar.
Este cultivo se adapta bien a toda clase de terrenos, pero no es aconsejable sembrarla en aquellos suelos pesados o muy ricos, ya que produce un gran desarrollo vegetativo en detrimento de la floración y fructificación. La calabaza de cabello de ángel se siembra entre los meses de mayo y junio, para evitar en la medida de lo posible las heladas, y adelantar el cultivo para que el ciclo sea más largo.
Labor manual
La recolección se realiza entre octubre y noviembre. Es importante que el fruto esté bien maduro para que haya mayor rendimiento en hebras y estas se separen mejor. "De ahí que, excepcionalmente, si no hiela, se recolecte incluso en diciembre como me ha pasado en alguna ocasión", comenta este productor con más de ocho años de experiencia.
La cosecha es totalmente manual. Las cuadrillas recorren toda la tierra partiendo el pedúnculo que une la mata con el fruto, facilitando de esta manera la recogida del mismo. El fruto se dispone en hileras separadas entre sí en torno a 5-7 metros para el posterior cargado de las calabazas en la pala del tractor.