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Milagros Marcos: "Hay que lograr que la macrovaquería de Noviercas conviva con el modelo tradicional"

  • "El impuesto al azúcar perjudica porque demoniza el producto"
Milagros Marcos, consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León. <i>Imagen de Ana Rodríguez</i>

Rafael Daniel

Milagros Marcos cumple dos años al frente de la Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León. Durante este tiempo "de intenso trabajo", además de "avanzar" en una estructura y una organización de la Consejería dirigida a la simplificación de los procedimientos, ha apostado por medidas "que puedan hacer más atractivo el campo, impulsando el ahorro de costes de producción, incrementando las líneas de ayuda al rejuvenecimiento del sector y potenciando el cooperativismo". Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro

Y junto a ello, se ha centrado en que la industria agroalimentaria asociada al sector primario "cada vez esté más implantada y cada vez haya más interrelación entre ambos" en un entorno de búsqueda de competitividad conjunta entre todos los eslabones de la cadena de valor.

Hemos sido considerados hasta ahora el granero de España. ¿Seremos también la despensa de este país?

Vamos dando pasos y no tenemos que perder esa perspectiva. Ése debe ser el objetivo, avanzando a paso firme y sin perder el rumbo, teniendo en cuenta también que otros países y comunidades están avanzando en el mismo sentido. Para eso hay que conseguir una mayor asociación entre lo que se produce en el sector primario y lo que necesita la industria y avanzar también en medidas de formación para tener gente preparada para transformar la materia prima en formas diferentes a lo que se ha hecho tradicionalmente y que es lo que ahora demandan los mercados y que estamos importando, como por ejemplo productos lácteos. Tenemos que avanzar con líneas de investigación que permitan una mayor productividad y diversificación de cultivos asociados a los regadíos, tener esos productos que necesita la industria y de una forma más competitiva. Que el sector, en suma, sea más atractivo para la industria agroalimentaria.

¿Cuál es la posición de la Consejería en la macrovaquería de Noviercas?

Todavía no podemos tenerla porque no hay un proyecto en firme. Lo que hay que intentar es que cuando esté encima de la mesa, estudiarlo con seriedad y rigor, ver las ventajas que pueda tener de cara a la actividad económica y el empleo que puede generar en una provincia como Soria y también el impacto que puede tener en el sector lácteo. La Junta de Castilla y León ni quita ni pone explotaciones, no tiene competencias. Lo que sí tiene que hacer es asegurarse de que toda explotación que se ponga cumpla los requisitos desde el punto de vista medioambiental, técnico, de bioseguridad animal y de la normativa urbanística, pero hasta ahí. Es cierto que nos puede preocupar el que sea un modelo diferente al tradicional, aunque a nosotros no nos han hablado de 20.000 vacas. Creo que es más el ruido que las nueces y hay que ser prudentes. Nos puede preocupar que la línea de mercado que vaya a tener sea aquella que se está produciendo en otros países y no lo que producimos aquí. También hay que tener claro que en otras comunidades este modelo se ha empezado a implantar hace tiempo. Nuestra media de explotaciones es de 60 ó 70 y tienen una en Navarra con casi 5.000 y propuesta de resolución para ampliarla en otras casi 5.000. Lo que hay que hacer es ser capaces de, si llega el momento, buscar el consenso y que convivan los diferentes modelos productivos, igual que lo están haciendo las queserías artesanales y la gran industria quesera.

¿Es susceptible de subvencionar?

No lo sé, porque no han presentado el proyecto ni solicitado ayudas. Nosotros para una explotación ganadera no tenemos ninguna línea de ayuda, no existen. A la modernización sí, pero no tiene sentido en una nueva. Da confianza el hecho de que la promotora sea una cooperativa de ganaderos, no es alguien ajeno al sector que no conozca las medidas de bioseguridad. Por lo que sabemos de lo que tienen en Navarra cumple absolutamente todos los requisitos y no impacta absolutamente nada. Insisto, no tienen el proyecto, sino ideas, bocetos... Ahora mismo, están comprando los terrenos. Creo que es un poco precipitado juzgar, sobre todo sin información.

Comienza la negociación de la PAC. ¿Teme un recorte de fondos por el Brexit?

No sólo por el Brexit, sino por el entorno general en el que se está desarrollando la nueva PAC. Lógicamente si hablamos de que el Reino Unido es un contribuyente neto a todos los fondos europeos con unos 10.000 millones de euros, eso se tiene que notar. Hay países que somos receptores, como nosotros. Nosotros pedimos que la parte estructural de la PAC, que son tanto el programa de desarrollo rural como ayudas directas, se mantengan orientados fundamentalmente a la agricultura. Que no se distribuya el presupuesto en otras acciones que no sean agrarias o de desarrollo rural dirigidas al sector primario, y desde luego que vaya orientada a buscar el equilibrio en los mercados con mecanismos, no proteccionistas, pero sí que se puedan activar rápidamente cuando surjan problemas como el que hemos visto con la leche, en el que la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa 1.500 millones y no ha tenido el efecto esperado porque cada país ha tenido que decidir cómo lo hacía sin un criterio previo establecido. Hay que tener mecanismos para intentar evitar este tipo de situaciones. En un mercado libre no se puede incidir en los precios, pero sí en la reducción de los costes de producción.

¿Cómo?

En todo lo que es investigación o procesos de concentración parcelaria o mejora y desarrollo de nuevos regadíos. Nosotros lo estamos viendo en los proyectos que estamos desarrollando en estos momentos. El impulso a la concentración parcelaria, la modernización de explotaciones y los regadíos reduce los costes hasta en un 30% en combustible, de más del 10% en el agua o del 30% en uso de productos fitosanitarios.

Ha puesto en marcha un plan de concentración parcelaria. ¿Cómo lo ha conseguido?

Nos ha costado convencerles de que tenían que sacar los indicadores que mostrasen los beneficios. Es la primera vez que se ha hecho. Hasta ahora no teníamos criterios para convencer a aquellas comunidades y municipios que no daban el paso. Hemos dedicado año y medio de trabajo callado y reuniones en muchísimos pueblos. Pero por primera vez se han puesto datos sobre la mesa. En las zonas concentradas se incorporan un 40% más de jóvenes, hay un 40% más de población, ahorros de combustible, etc. Y son datos dichos por los propios agricultores. Eso es realmente lo que nos ha servido para dar pasos importantes en aquellas zonas donde había más problemas. Además, estamos tramitando un decreto en el que se simplifica todo el proceso de concentración parcelaria y estamos avanzando en concentraciones parcelarias privadas o cooperativas.

¿Puede ocurrir con la remolacha lo mismo que con la leche?

No son comparables, aunque los dos supongan el fin de la regulación del mercado. Primero, el azúcar no es un producto perecedero y eso te permite trabajar con otras perspectivas. Hace un año y medio comenzamos a trabajar para que no nos pillase pensando que el resto de países no iban a producir más y nosotros asumir todo lo que importamos. No intentamos ocupar todo ese volumen, pero sí una parte que permita a las empresas producir a menos costes y a los remolacheros producir con estabilidad. Empezamos a trabajar con Acor y Azucarera viendo las posibilidades de priorizar nuevas superficies en aquellas zonas más cercanas a los molturadores para que puedan aprovechar el 40% de capacidad de fabricación que ahora no están utilizando. También hemos buscado compromisos de contratos a medio y largo plazo para que haya estabilidad en los precios y nuevas ayudas, que la Comisión Europa no ha aprobado, para que a los productores les sea rentable el cultivo.

¿Y el impuesto al azúcar cómo puede afectar?

Es cierto que el Gobierno lo ha eliminado, pero el hecho de que lo plantee Cataluña no ayuda nada. Perjudica muchísimo por el efecto que tiene de demonización del producto. Son medidas recaudatorias que nada tienen que ver con la salud. El problema de la obesidad se puede reducir con prácticas de alimentación saludable, algo que no va vinculado sólo al azúcar, sino a otras cuestiones de hábitos de vida aparejados a la actividad física, reducción de determinados productos, aunque posiblemente sin la anulación de ninguno porque lo que la dieta mediterránea tiene es que es variada, con legumbres, pescados? Es decir, una dieta saludable no es seguir con los mismos hábitos y eliminar el azúcar.

¿Hay solución al problema de los regantes de aguas subterráneas?

Planteamos hace una semana una alternativa a la CHD. Hay diferentes situaciones. El que no tiene autorización y está regando tiene un problema. Hay pozos con permiso de la Dirección General de Minas, pero no tienen la autorización para la extracción. Y luego hay concesiones, pero no para todas las tierras que se necesita regar. A esos dos últimos casos hay que buscar una solución teniendo en cuenta la situación del acuífero, que no tiene suficiente agua para autorizar concesiones a todo el que quiera utilizarlo. Estamos trabajando en alternativas para la recuperación de los acuíferos, que es lo fundamental y, por otro lado, buscando mecanismos para que los regantes se organicen para aprovechar el agua de aquellos que pueden extraer en otras superficies. Además, estamos intentando que se regularicen los pozos de mina como puntos de toma.

Uno de los retos es la incorporación de los jóvenes a la actividad agraria. ¿Cómo está resultando?

Entre 2015 y 2016, la media ha sido de 1.000 al año. Tenemos el compromiso de 5.000 en el periodo de programación y va bien. Pero hay que facilitar la incorporación, hacerlo sencillo tanto desde el punto de vista de la tramitación administrativa como el de facilitar el trabajo en el campo con todo lo que es investigación, tecnificación, que pueda haber grandes extensiones? Tenemos el gran inconveniente, que es muy serio, en la transmisión de la propiedad y los jóvenes; por muchas ayudas que pongamos encima de la mesa, por muchos apoyos a la modernización y muchos mecanismos de financiación, si no hay tierras no se van a poder incorporar. Ahí es donde hay que pedir un esfuerzo a las personas más mayores, no para que den un paso atrás, sino un paso al lado para que dejen incorporarse, garanticen el futuro de sus tierras, que al final es el bien de todos. Si no, va a estar complicado, es un problema nacional.

Desde que ha llegado a la Consejería, la presencia del presidente de la Junta en el sector es notablemente mayor. ¿Lo agradecen los agricultores y ganaderos?

No sé como era antes, pero es cierto que el sector está muy agradecido por el hecho de que el presidente se preocupe personalmente por ver una explotación ganadera, por conocer el modelo de incorporación de un joven que tiene un rebaño de ovejas absolutamente tecnificado, por ver cómo eso luego se puede transformar en cuarta y quinta gama, en la exportación? Ha visitado prácticamente todas las cooperativas y conocido el esfuerzo que están haciendo por estructurar el sector para ser más fuerte, que es junto con el rejuvenecimiento, la otra clave del futuro de la agricultura y ganadería. El hecho de que el presidente asista a la asamblea de la Federación de Cooperativas es un espaldarazo y un mensaje a la unidad y hacia la necesidad de fomentar ese cooperativismo. Tenemos muchas cooperativas pero muy pequeñas, necesitamos que haya estructuras de coordinación y de negociación y comercialización conjunta. Lo hemos visto con la Plataforma del Ovino. En el sector del vacuno ha costado un año que se constituya la organización de productores. Pero ahora tiene que comercializar y si no le ceden la comercialización, si no hay alguien que dice que sólo se vende a este precio y los ganaderos lo incumplen, por mucho esfuerzo que haga la Administración no vamos a conseguir nada. Y tenemos un problema, porque otros países sí lo hacen. Sin esa unión somos débiles.