Agro
El 'no' a la macrovaquería de Soria no es una opción para los empresarios locales
- Santiago Apariocio Jiménez es el presidente de FOES
Santiago Aparicio Jiménez
Al hilo de la expectación generada por la posible instalación de una explotación de vacuno de leche en Noviercas, en la provincia de Soria, desde la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (Foes), queremos recordar el apoyo unánime de la sociedad soriana plasmado por escrito el pasado 1 de marzo. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro
En relación a este proyecto, y desde el punto de vista de la economía de mercado, es necesario ser conocedores de la evolución del sector de vacuno de leche en España, en Castilla y León, y en Soria. El número de ganaderos y de cabezas de ganado dedicados a la producción de leche de vaca ha descendido en España un 37,67%; un 54,64% en Castilla y León, y un 89,13% en Soria. La razón de esta desaparición generalizada no es otra que la pérdida de rentabilidad de los últimos años, que ha llevado a la descapitalización y cierre de ese alto porcentaje de explotaciones ganaderas.
España en un país importador de lácteos. Según datos oficiales, importamos el 13% del consumo total de leche, con un saldo negativo de la balanza exterior de 459.460 toneladas. Dentro de la Europa de los 28, España es el 7º país productor de leche de vaca, con el 4% del total de la producción europea.
Los efectos de la globalización
Los empresarios somos muy conscientes -porque lo venimos sufriendo desde hace décadas- de que la globalización afecta a todos los sectores y ámbitos por igual, no estando excluido de la misma el sector lácteo. Dicha globalización impone la competitividad empresarial, por lo que en una economía de mercado es normal y deseable que existan una gran cantidad de oferentes para que compitan entre sí y mejoren estas condiciones de precios y, por supuesto, de calidad.
También hay que tener en cuenta que las reglas del juego han cambiado a raíz de la desaparición de las cuotas lácteas, que asignaban una determinada capacidad de producción. Desde entonces, cada país puede producir sin más limitaciones que las del mercado. Ello supone una auténtica oportunidad, pues permite planificar estrategias para incrementar las exportaciones comunitarias de productos lácteos. Es un hecho que la demanda global de productos con valor añadido crece a un ritmo del 2% anual, por lo que, entre otras cosas, no podemos desdeñar mercados de grandes consumidores -como China-, que en un corto periodo de tiempo, se convertirán en deficitarios y se verán obligados a importar leche.
Empresarialmente hablando, el sector lácteo es estratégico en el ámbito agroalimentario español por su relevancia económica, su contribución al desarrollo y por la fijación de la población rural, de la que tan necesitada está la provincia de Soria. Sin lugar a dudas, una mayor producción láctea contribuirá a la diversificación de productos lácteos, a fomentar un producto de mayor valor añadido dado el gran potencial de crecimiento en quesos y derivados en un mercado en el que España es deficitario.
El medioambiente
Sobre la supuesta problemática medioambiental, es un temor infundado que procede del desconocimiento, pues la explotación ganadera no gestionará los residuos como lo vienen haciendo las instalaciones ganaderas tradicionales; es decir, no se utilizarán directamente como abono en parcelas agrícolas cercanas. El modelo de gestión de residuos apuesta por la I+D, e implica un tratamiento industrial a través de una instalación contigua de una planta de biogás.
Hoy por hoy, es el concepto más avanzado, más respetuoso con el medioambiente y con el cambio climático, y del cual técnicamente hay que destacar varios aspectos: reducirá las emisiones de gases contaminantes -especialmente metano-, ayudará a producir energía y calor con fuentes renovables evitando el consumo de combustibles fósiles; a partir de la fracción sólida de los purines, se producirá compost y abonos orgánicos, evitando la aportación a los suelos de fertilizantes minerales. Los empresarios sorianos seremos los primeros que reclamaremos un cumplimiento estricto de la normativa medioambiental.
Nuestra Federación ve con preocupación que actores ajenos a esta provincia -e incluso a Castilla y León-, están trasladando opiniones malintencionadas, carentes de cualquier información objetiva con el único ánimo de alarmar a la población. Las declaraciones que se están haciendo en contra de la explotación ganadera son completamente interesadas por parte de colectivos con miedo, que ven en un proyecto empresarial de altura, un posible competidor. El miedo siempre ha sido mal consejero, pero el miedo a la competencia global en el ámbito de la economía, es además precursor de la desaparición de aquellos sectores que no se transformen y que no aprovechen la competencia para aprender de ella, superarse y en definitiva ser más eficientes y más rentables.
La globalización es un proceso histórico resultado de la innovación humana y del progreso tecnológico del que venimos siendo partícipes hace décadas, con su lado bueno y con su lado menos bueno. Sería idílico que los habitantes de cada municipio de Castilla y León, y por tanto de Soria, pudiéramos acercarnos a pie a comprar las lechugas, los pollos o la leche a la granja de al lado, pero ese modelo es irreal. Todos los sectores de actividad hemos sufrido y mejorado con la globalización. Es patente que la competencia basada en los costes de producción se acentuará, y si no lo hacemos nosotros, otros vendrán a hacerlo. Ante ello sólo se puede actuar con una mayor eficiencia, con más control, con mayor optimización de costes en las empresas y con procesos de elaboración más competitivos; en definitiva, con dimensionamiento y modernización de las explotaciones presentes y futuras, siendo éste, en definitiva, el planteamiento de la explotación ganadera de Noviercas.