El banco busca ejecutar su plan para crecer y evitar ser compradoDeutsche Bank descarta una fusión a corto plazo. El consejero delegado de la entidad alemana, Christian Sewing, aseguró ayer en una entrevista al diario Handelsblatt que no habrá ninguna operación de este tipo en tres años. La entidad busca primero llevar a cabo los ajustes anunciados el pasado fin de semana, para mejor su rentabilidad y reforzarse con el objetivo de no ser comprado sino de ser socio o adquiriente en una integración. Sewing aseguró que si la entidad cumple con los objetivos que se ha impuesto tras el plan de reestructuración, la capitalización bursátil del banco crecerá. "No me quiero comprometer categóricamente, pero mi intención es aplicar ese plan de forma consecuente en los próximos tres años, aunque hemos visto, como fue el caso de Commerzbank (segunda entidad alemana) que siempre puede surgir algo de nuevo", dijo el consejero delegado Deutsche Bank. El banco anunció el pasado domingo que recortaba 18.000 puestos de trabajo de cara a tres años (el 20 por ciento de la plantilla) para acelerar el incremento de la rentabilidad. La entidad persigue obtener un ROTE (ratio que mide la rentabilidad) del 8 por ciento para 2022. Hasta el momento, el objetivo de Deutsche Bank era cerrar este año con un ROTE del 4 por ciento, una meta que los analistas veían poco ambiciosa frente al 8 y el 13 por ciento que prevén sus competidores.Entre los objetivos del ajuste de plantilla del banco que lidera Sewing está aligerar los gastos del banco. Deutsche Bank prevé reducir un 26 por ciento los costes, hasta situarlos en 17.000 millones de euros a tres años. Asimismo, la entidad alemana también se ha marcado la meta de invertir 13.000 millones de euros en digitalizarse de cara a 2022. Por otro lado, traspasará 74.000 millones de activos ponderados por riesgo (APR) a la Unidad de Liberación de Capital, similar a un banco malo, como la Sareb en España.