La CNMV abrirá a todo el mercado varios procesos de consulta pública para hacer propuestasmadrid. Hace más de dos mil años, Cicerón ya abordó el gran problema del merado de valores: la codicia. El filósofo griego planteó un complejo dilema con una sencilla historia: un comerciante de Alejandría (Egipto) envía un contingente cargado de grano a Rodas (Grecia) durante un periodo de escasez en la mítica ciudad del Coloso. Cuando llega el primer barco, los habitantes se lanzan a adquirir todo el grano que pueden, al precio que sea, porque desconocen que detrás vienen más naves. ¿Deben avisar de que hay mucho más grano o pueden aprovechar la oportunidad y hacerse de oro?Ni siquiera Manuel Conthe, presidente del supervisor de la bolsa, tiene una respuesta. Ayer ilustró con esta sencilla historia los difíciles equilibrios que debe hacer cada vez que intenta juzgar indicios de información privilegiada o falta de transparencia en el mercado.Desde un punto de vista ético, reconoce que debería informarse sobre los barcos cargados de grano que vienen detrás. Pero también admite que, desde un punto de vista puramente económico, los comerciantes pueden aprovechar su oportunidad para hacer negocio.Derechos enfrentadosEn el parqué español también debe buscarse siempre el equilibrio entre "el principio de igualdad plena de todos los accionistas y el legítimo deseo de mantener en secreto una operación, en la medida que darle una publicidad prematura pueda perjudicarla", señaló ayer Conthe durante una conferencia organizada por Europa Press.Con estas palabras, el presidente de la CNMV puso sobre la mesa el gran problema al que se enfrenta cada día: ¿qué primo, el derecho de todos los inversores a disponer de la misma información o el derecho a la privacidad de una operación? Ahí está el dilema.Una duda que cada país resuelve de maneras distintas. Pero ninguno tiene la fórmula para combatir la información privilegiada. Consciente de ese problema, Conthe quiere poner en marcha una batería de medidas que permitan poner coto a este delito de guante blanco.Primero, abrirá una consulta pública sobre las orientaciones del Código César. Estas propuestas serán remitidas, junta a las que hagan el resto de países, a la Comisión Europea. Entonces, Bruselas tendrá en su mano la posibilidad de incluirlas en una nueva directiva.Además, la CNMV estudia poner en marcha varias circulares sobre el manejo de autocartera, los planes de recompra de acciones y los contratos de liquidez (tan utilizado por las compañías para elevar la cotización y hacer plusvalías); y una campaña de difusión sobre los aspectos más importantes de la Ley del Mercado de Valores. No obstante, Conthe dejó claro que "en caso de filtraciones, las sociedades cotizadas tienen la obligación de salir al paso" por medio de un hecho relevante. Del mismo modo, están obligadas a comunicar al supervisor todas las operaciones sospechosas.Pero no siempre ocurre así. En demasiadas ocasiones, las compañías tardan horas, incluso días, en responder a las dudas del supervisor; mientras, los rumores y la información privilegiada campan por el mercado. Cansado de recibir largas, Conthe quiere que todas las sociedades "designen un portavoz autorizado, que esté siempre informado y tenga capacidad de dar a la CNMV la información que se le solicite en cuestión de minutos".