El banco dice que su presencia puede ser una distracción que dificulte el procesoEl escándalo de espionaje protagonizado por BBVA ha dado la vuelta a la situación de los protagonistas del caso Ausbanc. El banco encabezado por Carlos Torres ha retirado su acusación particular en el proceso judicial por "acoso" y "extorsión" contra la asociación de consumidores y Manos Limpias. Su marcha atrás en el proceso coincide a su par con la querella interpuesta por el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, contra la entidad, su expresidente Francisco González (FG) y el excomisario José Manuel Villarejo por organización criminal, cohecho activo y pasivo, blanqueo de capitales y falsedad documental. Pineda, representado por el despacho de abogados Durán & Durán, ha interpuesto las acciones dentro de la pieza separada número 9 del caso Tándem, abierta el pasado enero, que es la que investiga el presunto espionaje a Sacyr. A su par, el juez del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, tiene una pieza diferente abierta a la entidad desde mayo de 2018, que investiga el supuesto espionaje a Ausbanc. Temor a estar en el focoLa entidad justifica esta marcha atrás en el caso Ausbanc en que su presencia no aporta nada en esta fase final del proceso, cuyo juicio oral comienza en septiembre. BBVA considera que su permanencia puede ser una distracción innecesaria que dificulte el proceso. El banco está en pleno foco mediático por los presuntos espionajes encargados entre 2004 y 2012, coincidiendo con la presidencia de Francisco González y su presencia en el proceso no le ayuda a relajar esa presión. A la par, el banco busca desmarcarse así de una decisión tomada por González, con el objetivo de reforzar las diferencias de gestión del actual presidente de la entidad, Carlos Torres. Pineda sostiene en su querella que Villarejo habría recibido el encargo de acabar con Ausbanc, cuyos litigios contra la entidad "le estaban costando miles de millones de euros", con asuntos como las cláusulas suelo. El caso contra la asociación de consumidores se inició por una denuncia de febrero de 2015 que, tras una instrucción a cargo del Juzgado Central 1 de la Audiencia Nacional, ha acabado casi cuatro años después en un auto de apertura de juicio oral, por el que Pineda se sentará en el banquillo acusado de los delitos de extorsión, organización criminal, estafa y blanqueo. Pineda vincula esta querella con Villarejo y ofrece un testigo vinculado al ámbito empresarial del BBVA, que podría acreditar los hechos. La Fiscalía pide 118 años de cárcel para el presidente de Ausbanc; 25 años para Miguel Bernad, presidente de Manos Limpias; y otros 12 años para Virginia López Negrete, abogada de Manos Limpias en el caso Nóos.