Sacyr ha completado su transformación y desde la firma argumentan que el inversor ya sabe que es una concesionaria y no una constructora. Tras cumplir con su plan a 2020, el foco del mercado está en la futura hoja de ruta, en la que la rentabilidad primará sobre el tamañoLos últimos años de Sacyr han estado enfocados en transformarse, convirtiendo a una constructora en una concesionaria, un objetivo ya cumplido. Ahora, con la complicada relación con la autoridad del Canal de Panamá finiquitada –a la espera de los laudos–, la compañía se centra en un futuro en el que, según Carlos Mijangos, director general financiero de Sacyr, "el foco absoluto está en la rentabilidad y no en el crecimiento".Durante los últimos años Sacyr se ha transformado completamente, ¿cómo ha calado esto en mercado y cuáles son las principales preocupaciones de los inversores?Yo creo que la pregunta principal es qué es Sacyr, en qué se ha convertido. Y eso lo explicamos con detalle. Ha sido una transformación muy importante, saliendo de un sector complicado como el constructor para entrar en uno mucho más estable como son las concesiones. Luego las otras dos preguntas clave son sobre Panamá y Repsol. En el caso de Panamá, está por ver cómo se desarrolla el tema de los laudos finales de los arbitrajes. Pero el riesgo financiero ya lo hemos asumido devolviendo nuestra parte proporcional, por lo que no hay ningún riesgo. El tema de Repsol está bastante bien entendido –ver información de la derecha–, pero a veces se nos pregunta cuál es el suelo a partir del cuál el capital de Repsol nos aporta. El presidente, Manuel Manrique, daba en la última Junta General de Accionistas por cumplidos todos los objetivos del plan estratégico a 2020. ¿Cuáles son los plazos para presentar la nueva hoja de ruta y los grandes objetivos?A la vuelta de verano empezaremos a trabajar el plan con las primeras líneas estratégicas. El actual incluye 2020 pero hemos cumplido todos los objetivos ya en 2019. Nosotros hemos puesto el foco absoluto en la rentabilidad y no en el crecimiento. Para nosotros no es importante el volumen. No queremos una empresa que facture en tres años 10.000 millones. Lo que queremos es tener cada vez más márgenes y ser más rentables. Sí es cierto que estamos entrando en un círculo virtuoso en el cuál exigiendo rentabilidad a los proyectos y siendo muy cuidadoso en su elección, estamos creciendo a doble dígito, generando más caja. Se ha celebrado el 'Investor Day' que estaba en la agenda marcado cómo un catalizador clave. ¿Cuál es el 'feedback' recibido?Ha sido excelente. Los analistas siempre decían que teníamos un valor oculto en la división de concesiones, pero que necesitaban más datos para constatarlo y se los hemos dado. Desde el punto de vista del inversor, hay muchos a los que la construcción no les gusta y se han dado cuenta de que no somos una constructora, por lo que empiezan a ver en Sacyr un potencial de creación de valor muy importante. Estamos empezando a despertar un interés bastante mayor en un perfil que no estaba cómodo en una empresa más constructora. Con este interés de otro tipo de inversor, ¿cómo se distribuye la base accionarial?Hay una parte muy estable que es el consejo. Este junto a las participaciones significativas alcanzan el 36 por ciento del capital. El institucional doméstico e internacional tienen el 32 por ciento –con más o menos la mitad cada uno–, la autocartera es del 3 por ciento y hay mucho inversor minoritario, que controla el 29 por ciento de la compañía. El gran cambio de Sacyr ha sido ganar peso en el negocio concesionario. ¿Puede ser una concesionaria al cien por cien?El año pasado el peso de la división ya llegó al 76 por ciento. Este año debería acabar cerca del 80 por ciento y el que viene más del 85 por ciento. La transformación ha sido completa. Consideramos que somos básicamente una concesionaria, lo que pasa es que los proyectos dónde realmente generamos mucho valor es en los que hay construcción asociada. Para nosotros es muy importante tener una división de construcción potente que sea capaz de desarrollar estos proyectos. ¿Cómo ha mejorado esta división los márgenes de Sacyr y hasta dónde puede incrementarlos? Las rentabilidades de las concesiones normalmente son de entre el 60 y el 70 por ciento al principio sobre ebitda y pueden llegar al 80 u 85 por ciento cuando ya son muy maduras. Si eso lo comparas con la rentabilidad de los EPC [ingeniería, contratación y construcción] del 5 o el 7, pues cuánto más concesional eres más margen tienes. Ya estamos por encima del 14 por ciento y vamos a ir subiendo. También es verdad que eso lleva una financiación de los proyectos, por lo que la deuda de la empresa va a ir subiendo. Una concesión normalmente tiene una ratio deuda/ebitda de 8-10 veces y no quiere decir que no sea viable. Según pasan los años va bajando la deuda e incrementando el ebitda.Precisamente, la deuda es una de las principales preocupaciones para muchos inversores, ¿cómo se está trabajando para llegar a un nivel óptimo?De los 4.000 millones que tenemos de deuda neta, 3.000 millones corresponden a deuda de proyecto, con lo cual se pagan por estos y no tienen recurso al accionista. Los otros 1.000 millones son deuda con recurso y es en la que estamos trabajando activamente para reducirla. El último vencimiento importante era el convertible de 250 millones en mayo y lo que hemos hecho es emitir uno más pequeño para solucionarlo. De aquí a 2 años no tenemos ningún vencimiento importante. Estamos mejorando el balance y, como cada vez vamos mejor, el coste financiero va bajando. Ahora está en el 3,7 por ciento y aún puede caer más, aunque no hay un objetivo concreto. ¿Se puede reducir deuda al ritmo actual y seguir creciendo con nuevos proyectos?Nosotros acabamos el año pasado en 1.138 millones de deuda con recurso y queremos acabar 2019 por debajo de 1.000 millones. Lo que implica bajar al menos 150 millones de euros, que es una cifra relevante. Y esto hay que combinarlo con invertir 220 millones. Para 2020 ese objetivo seguirá existiendo, pero en qué nivel se ponga dependerá de muchas cosas. Tenemos claro que estamos en perfecta posición para acometer proyectos de inversión y, además, reducir la deuda, que son los dos grandes ejes estratégicos.¿Está Sacyr en disposición de pasar por las agencias de calificación?Cuando pasas por un proceso de calificación es un poco como ir a un examen. Vas cuando crees que vas a aprobar con nota. Nosotros ahora estamos en ese proceso de finalización de mejora del balance y cuando esté terminado pasaremos por el examen. Es algo que tenemos presente. Hace 3 años era una utopía y ahora es algo que ya tiene cara y ojos. ¿Se puede vender la división de servicios para cristalizar valor?Estamos en mercado y no somos ni sordos ni ciegos, pero no hay ninguna posición definida. Tenemos activos muy valiosos y siempre recibimos interés. Escuchamos y hay veces que ese interés acaba cristalizando y otras que no. Estamos en una discusión interna de si tiene sentido o no hacer algún movimiento. Los esfuerzos han estado en tres grandes temas: afrontar Panamá, cerrar Itinere y el convertible. A partir de ahora es cuando hay tiempo para pensar y ordenarse.EEUU es uno de los grandes focos. ¿En qué momento se encuentra el negocio y cómo se ve el tema de una posible recesión?Tenemos 5 proyectos y casi 500 millones en cartera. Hemos entrado de manera prudente, con un tamaño medio o pequeño de proyecto y focalizados en Texas, Florida y California. Si hay una recesión... evidentemente no se harán grandes infraestructuras si no hay presupuestos gubernamentales, pero en los estados en los que estamos hay infraestructuras que hay que hacer, ya que hay una migración poblacional potente.