El exvicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia lanzó ayer un dardo contra el Banco de España de la época del rescate financiero de 2012 al señalar que "se nos escapó" el Popular, que antes de su resolución y posterior venta al Santander por un euro en 2017 presentó sus balances "de una forma que parecía mejor de lo que era".En una jornada celebrada este viernes para conmemorar el décimo aniversario del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), Almunia dijo, "con todo el respeto al Banco de España", que quizás si entonces hubiera existido el mecanismo único europeo de supervisión el Popular no hubiera llegado al extremo al que llegó. En 2017 la entidad sufrió una fuga de depósitos ante las dudas por su situación financiera y la crisis interna por la lucha emprendida por el mexicano Antonio del Valle por tomar su control.Las palabras de Almunia, que entonces era comisario de Competencia y máximo responsable de la supervisiones de los planes d erescate de la entidades, provocaron un murmullo en el auditorio bajo la atenta mirada de distinguidas personalidades, entre ellas, la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, quien llegó a ser miembro del equipo de inspección del Popular. El político socialista confesó no estar satisfecho de todo lo que se hizo "en Europa y en España" durante 2012 y 2013, periodo en el que hubo en el seno de la Comisión Europea conversaciones sobre si el Banco Popular debía o no debía asumir planes de reestructuración. Finalmente no fue así porque la entidad "pudo presentar su balance de una forma que parecía mejor de lo que era, por eso se nos escapó", y de ahí la necesidad de un supervisor único. Esta carencia, explicó, es una señal de lo importante que es contar con una verdadera unión bancaria.El 7 de junio de 2017, años después del rescate bancario a España, a instancias de la Junta Única de Resolución (JUR), el Frob liquidó el Popular, amortizó el valor de sus acciones a cero y lo vendió al Santander al precio de un euro.Por su parte, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, aseguró que la resolución del Popular permitió preservar los intereses de los depositantes y la estabilidad financiera. En este sentido, destacó que la entidad se convirtió en la primera de la Unión Europea en resolverse por la Junta Única de Resolución (JUR) mediante el mecanismo creado tras la crisis financiera y no requirió de dinero público, lo que evitó un impacto sobre la deuda pública.De igual forma, el número dos de la institución monetaria de la zona euro explicó que la liquidación del banco presidido en ese momento por Emilio Saracho se decidió ante el potencial efecto "desfavorable" que tendría sobre el sistema financiero, atendiendo al "interés del público".