Alberto de Rosa, consejero delegado de Ribera Salud, atiende a elEconomista tras conocer el contenido del nuevo pacto de gobierno en la Comunitat, en el que el tripartito de izquierdas dedica de nuevo un artículo a las futuras reversiones de concesiones sanitarias. En la legislatura que ahora comienza expirará la de Torrevieja, gestionada por su empresa, pero el dirigente espera que, de las conclusiones de la reversión del Hospital de Alzira, que tuvo lugar el pasado mandato, salgan medidas responsables. Entre tanto el grupo se encuentra en plena expansión tras tomar Centene el 90 por ciento de la compañía, que ahora apuesta por "paquetizar su conocimiento" optando a servicios concretos.El 'Pacte del Botànic II' prevé de nuevo la reversión de concesiones sanitarias, aunque no cita ninguna en concreto.Nosotros lo que valoraremos serán los hechos del Gobierno, al que felicitamos por el resultado electoral y por el pacto alcanzado. Le deseamos toda la suerte por el bien de los valencianos. En lo que nos fijaremos será en los hechos que se produzcan a partir de ahora. La legislatura pasada tuvimos una etapa muy, muy complicada durante los primeros años, pero la etapa de la consellera Ana Barceló ha sido una etapa de diálogo.¿No lo ven una advertencia tras lo ocurrido en Alzira? ¿Qué expectativas tienen para el resto de sus concesiones sanitarias?Nosotros estamos en tres concesiones: Elche, Torrevieja y Dénia. La primera que finaliza es Torrevieja, en 2021; luego Dénia, en 2024; y después Elche, en 2025. Finalizan los 15 años pactados, pero puede haber cinco años más de prórroga. Esta es la situación actual. Pero hay un hecho diferencial esta legislatura que no se daba la pasada, que es la referencia del fracaso de la reversión de Alzira.¿Y cree que ese balance le puede hacer cambiar de opinión al Ejecutivo? El propio 'Consell' ha reconocido en varias ocasiones que la decisión fue política...Yo creo que está muy claro si se atiende a los datos públicos del último año. La reversión ha sido un fracaso, un fracaso en cuanto a nivel de servicio a los ciudadanos, con más listas de espera, teniendo que derivar a la sanidad privada miles y miles de pruebas de radiología -cosa que no había ocurrido en los 20 años anteriores-, porque las listas de espera se han extendido de un modo absolutamente increíble. En cuanto al coste económico, pues hay 700 empleados más en la concesión para dar menos servicios, para que haya más demoras. En cuanto a las adquisiciones, se está comprando un 70 por ciento más caro de lo que lo que se compraba antes. En cuanto al absentismo, se ha duplicado en un año, del 2,7 por ciento que teníamos nosotros al 5,4 por ciento. En consecuencia, yo estoy convencido de que un Gobierno responsable sacará conclusiones sobre el fracaso de la reversión de Alzira y tomará medidas responsables en el resto de concesiones, porque un Gobierno autonómico que pide más financiación en Madrid debería hacer un uso racional de esta financiación y evitar reversiones que suponen más gasto y peor servicio.¿Quiere decir que es todo una pose, que a la hora de la verdad no van a acometer nuevas reversiones de concesiones sanitarias?Eso es una decisión del Gobierno, una decisión democrática que nosotros siempre vamos a respetar, por supuesto. Nosotros ahora lo que vamos a hacer es pedirle una cita a la reelegida consellera Ana Barceló, que estoy seguro de que se celebrará en un breve espacio de tiempo, no como en la anterior legislatura, cuando tardaron ocho meses en recibirnos. Por supuesto estaremos encantados de colaborar en todo lo que el Gobierno quiera que colaboremos. Nuestra mano está tendida para trabajar en beneficio de los ciudadanos.Diferencia entre Montón y Barceló, pero ambas fueron 'conselleras' del mismo Gobierno socialista que les retiró la concesión de Alzira.En la etapa de la consellera Montón no solamente hubo fricciones con Ribera Salud. Se puede recordar lo que ocurrió con la Fundación IVO o con muchas otras instituciones con las que había una falta de diálogo, y lo mínimo que se le puede pedir a un responsable político es que tenga capacidad de diálogo. En nuestro caso, que somos el principal concesionario del Gobierno valenciano y que tenemos como objetivo común dar el mejor servicio a los ciudadanos, pues lo más normal habría sido que hubiera habido diálogo, saber lo que pretendía la otra parte. En fin, que hubiera habido confianza, comunicación. Yo he trabajado con once consellers de Sanidad y tengo el móvil de diez, creo que no hace falta decir cuál es el que me falta.