La firma aeroportuaria fue privatizada en 1987 y ha tenido "acción de oro" del gobierno Clasper asegura que la constructora española está bien gestionada y tiene una buena reputación LONDRES. Se mire como se mire, el presidente de BAA, Mike Clasper, debe de estar sintiéndose bajo presión en estos momentos. [La empresa dueña de los aeropuertos británicos, BAA, rechazó el viernes pasado la oferta presentada por el grupo español Ferrovial, por 12.684 millones de euros]. -"¿Presión?", dice el jefe de la autoridad aeroportuaria británica (BAA), de 52 años, con una amable sonrisa. "Yo no utilizaría esa palabra. Es un desafío, y efectivamente hay mucho que hacer, pero es fascinante, ¿sabe?". Lo sabemos. En los medios y en los mercados cunde el nerviosismo desde hace unas semanas, cuando la española Ferrovial reveló sus intenciones de lanzar una opa sobre BAA, el mayor operador de aeropuertos del mundo. El precio de las acciones de BAA se ha disparado por encima del 20 por ciento. Y ahora otro consorcio, gestionado por el banco de inversiones australiano Macquarie, está planeando unirse a la fiesta.Planificación de su defensaClasper, que trabajó durante 23 años en Procter & Gamble (P&G) antes de incorporarse a BAA y no es ningún extraño en la planificación y preparación rigurosas, idea su defensa.¿Está crispado? Lo cierto es que, sentado en su despacho de la segunda planta cerca de la estación Victoria de Londres, no lo aparenta. Sin chaqueta, desaliñado y fornido, el director nacido en Sunderland desprende una simpatía de amiguete que prácticamente encubre su agresiva ambición.Ambas cosas se han hecho patentes en sus tres años a cargo de BAA, organización que ha dirigido con mano dura mientras intentaba reconstruir algunas relaciones fracturadas.A muchas aerolíneas no les gusta el monopolio de BAA sobre los principales aeropuertos del sureste de Inglaterra (opera Heathrow, Gatwick y Stansted, junto con otros cuatro enclaves británicos). También desconfían de su estrecha alianza con los intereses del gobierno, herencia de su condición anterior de empresa estatal privatizada en 1987.Chapucería en HeathrowMuchos pasajeros también están decepcionados con la creciente sensación de chapucería de Heathrow y la congestión que está atascando muchos de los grandes aeropuertos británicos.Clasper, como cualquier presidente de BAA, puede responder que se encuentra limitado por intereses opuestos: la estrategia del gobierno británico, cuestiones de planificación, normas de la competencia, crecimiento del transporte aéreo. Mientras tanto, sigue construyendo la nueva Terminal 5 de Heathrow, y buscando los permisos para abrir otra pista y terminal en Stansted. En cuanto a las líneas aéreas y los pasajeros, describe la relación de BAA con ellos como análoga a la de Procter&Gamble con los supermercados y los consumidores.-Lo único es que no estoy seguro de que los supermercados hayan acusado nunca a Procter&Gamble de ser un 'violador que cobra más de la cuenta', como me llamó Michael O'Leary [el director de la aerolínea Ryanair].Y justo cuando BAA estaba celebrando el éxito de su OPA de 1.200 millones de libras para la adquisición del aeropuerto de Budapest, aparece Ferrovial.Puja por BudapestCuriosamente, era una de las competidoras de BAA en la adjudicación del aeropuerto de Budapest. ¿Qué está ocurriendo? ¿Si no puedes ganarlos, cómpralos? -¿Sabe? Creo que les motiva la admiración, bromea Clasper en su acento del noreste de Inglaterra. "En Budapest, el Gobierno húngaro clasificó a todos los adjudicatarios financieramente y por capacidades técnicas, y fuimos los primeros en todas las categorías. Ferrovial estaba bastante por debajo en la lista. Tiene que ser admiración", señala Clasper.La oferta llega en un mal momento para BAA. Aparece en medio de una revisión reguladora de la Autoridad británica de Aviación Civil, que determinará cuántos beneficios podrá obtener de sus principales aeropuertos británicos en el futuro.-¿Y no molesta el hecho de que Ferrovial, con un valor de mercado de poco más de 6.000 millones de libras, sea más pequeña que BAA (7.100 millones de libras antes de la opa)?- Clasper escoge cuidadosamente sus palabras. "Ferrovial tiene una tremenda reputación en España. No sé cómo se ha desarrollado. Supongo que es porque está bien gestionada.-Es una empresa familiar, creada por el padre del actual presidente ejecutivo, y son muy ambiciosos. Quieren ser la mayor compañía aeroportuaria del mundo.Una llamada de cortesíaDice que eso es todo lo que sabe. No ha habido ninguna comunicación entre las dos empresas, aparte de una llamada de teléfono de cortesía entre sus presidentes. No obstante, el trabajo de Clasper ahora es infinitamente más complicado.-¿Es cierto que su equipo no lo vio venir, que, como muchos otros, pensaron que BAA era simplemente demasiado grande, o demasiado involucrada con el gobierno, para recibir una opa? -Por supuesto, nos cogió por sorpresa, .. Pero el mercado británico está totalmente abierto. El Gobierno ya no tiene acción de oro sobre BAA, así que probablemente no sea tan sorprendente en retrospectiva.Hijo de albañil, Clasper es ingeniero de formación y está acostrumbrado a desenvolverse en abierta competencia. Tendrá que echar mano a todo ello para desarrollar sus opciones defensivas contra Ferrovial y contra cualquier otro adjudicatario. Las opciones podrían incluir el intercambio de activos para persuadir a Ferrovial de que se vaya, la venta de los aeropuertos de BAA en Escocia para devolver efectivo a los accionistas, y el énfasis del daño que cualquier adjudicación puede producir sobre la inversión de BAA en Heathrow. Al menos, esto es lo que se especula en la City londidnense. Clasper apenas parpadea cuando enumero las posibilidades.-Me encantaría discutir con usted sobre todo esto, pero los abogados no me dejan comentar nada en este momento. Por motivos legales, no porque yo sea un tipo difícil. -¿Estaría más contento si sus principales clientes hicieran frente común para apoyarle? Parece que algunas aerolíneas se alegran de la oferta, y la ven como una oportunidad para acabar con el "monopolio" de BAA en el sureste inglés.-Supongo que a uno siempre le gusta que sus clientes hablen bien de sus servicios, reconoce Clasper mientras frunce su cara rechoncha. "En este caso, puede que algunos crean que hay oportunidad de ganar ventajas estratégicas. Pero no cometamos el error de pensar que tienen razón cuando utilizan la palabra "monopolio", añade.El monopolio de BAARepasa las características de los monopolios (precios no competitivos, falta de inversión en activos, ineficacia operativa, poca innovación, mal servicio), y las descarta una a una con respecto a BAA, con una ráfaga de estadísticas y ejemplos, empujándome a que esté de acuerdo.Algunos de los que han trabajado con él fuera de BAA sospechan que así es como va a actuar en su defensa contra la OPA, desarrollando argumentos para los inversores, los reguladores y el Gobierno del mismo modo, y exigiendo compromiso en su característico estilo directo.Porque Clasper no es tímido a la hora de presentarse, como cabría esperar de un británico que ascendió hasta lo alto en la americana P&G, aunque también es muy hábil en el trato con la gente. "Si Mike quiere presionarte", dice uno de sus socios, "te avisará primero".Eso fue exactamente lo que necesitaba BAA, según otro conocido de Clasper. "La BAA que heredamos seguía teniendo una serie de atributos propios de una organización gestionada por funcionarios", dice John Gummer, antiguo ministro conservador. "Su claridad y contundencia son importantes".Clasper también se dejará llevar por lo que es "correcto". Ésa fue una de sus principales motivaciones en su carrera en P&G, donde ascendió hasta convertirse en el presidente mundial de cuidados del hogar y fue nombrado Comendador de la Orden del Imperio Británico por el trabajo que realizó mitigando los efectos contaminantes del detergente."Mike es muy listo. Tiene una mente forense", asegura Rita Clifton, presidenta de la consultora de marcas internacional Interbrand. "Quiere hechos y datos, y arma un caso empresarial de la manera que le han enseñado. Pero al final del día encuentra una línea de acción para hacer lo correcto".-¿Se quedaría, si tuviera éxito la OPA de Ferrovial?-Clasper levanta las manos con exasperación. "¿Cómo voy a contestar a eso?", dice. Detrás de la guasa jovial, debe de haber una mezcolanza de emociones arremolinadas.Compromiso con HeathrowAntes de marcharnos, nos dice que le gustaría enfatizar una cosa: el compromiso de la compañía de convertir Heathrow en un aeropuerto de verdadera talla mundial.-Reconozco que la experiencia de Heathrow no es la que debería ser para los pasajeros y las aerolíneas, pero la razón es que estamos sacando a 67 millones de personas en un espacio diseñado para 45. No es sólo la Terminal 5. También queremos reconstruir la terminal central, y rediseñar el campo de aviación para poder meter y sacar a los pasajeros en los aviones con la mayor rapidez posible.¿Qué está diciendo? ¿Se está disculpando? ¿O está reivindicando que Ferrovial podría poner trabas a ese compromiso? Clasper no se explaya. Ha quedado para comer en Wilton's con un corredor de Bolsa. En tiempos como éstos, necesita asegurarse de que todos están en la posición correcta. Copyrigth Sunday Times