Hace solo unos días, el Banco de España hacía público el informe Evolución reciente del mercado de la vivienda en España, que servía para confirmar una realidad ya de sobra conocida y desgraciadamente experimentada por muchos: el incremento del precio del alquiler en nuestro país. En él, un grupo social sale especialmente mal parado, el de los jóvenes, ya que otra de las conclusiones del documento es el difícil acceso de estos a la vivienda, debido a las condiciones del mercado laboral para ellos. Así, no es raro que muchos de ellos opten por compartir habitación, algo más que habitual cuando se trata de la etapa estudiantil.Espíritu cosmopolita Las ciudades de Madrid y Barcelona son dos destinos españoles muy solicitados para desarrollar la etapa estudiantil, ya sea por los propios jóvenes nacionales como por estudiantes Erasmus. Las instituciones académicas que se pueden encontrar en ambas o el ambiente universitario son dos de las poderosas razones por las que las escogen. En ambos casos, tanto para un estudiante nacional como para un extranjero (en el caso de los primeros la mudanza se suele producir del ámbito rural al urbano), el primer gasto al que tienen que hacer frente es al de alojamiento, que suele ser un piso compartido al ser una estancia, en principio, temporal para ellos."Aunque durante los últimos años, el precio medio de las habitaciones también han experimentado un incremento, éste es más asumible cuando se comparten gastos, por lo que no es de extrañar que más personas se decanten por este nuevo modelo", declaran desde Uniplaces, servicio de reserva de alojamiento para estudiantes. Según datos de la compañía, el 36 por ciento de estudiantes pagaría entre 300 y 400 euros al mes por una habitación en alquiler: "Una cantidad que en ciudades como Madrid o Barcelona puede ser insuficiente para encontrar un alojamiento en el centro pues, aunque el precio medio en esas ciudades ronda los 400 euros al mes, esta cifra se incrementa en los barrios más céntricos, que son las más demandadas por su ubicación", detallan desde la misma. El 58 por ciento de los estudiantes españoles desea vivir en un barrio céntrico. El portal ha realizado un análisis del precio medio de las habitaciones durante 2018 por barrios. Así, la diferencia entre alquilar en el barrio más caro y el más barato en Madrid y en Barcelona era de 300 euros de media (ambas ciudades son las más caras de España a la hora de alquilar vivienda). En el caso de la primera, los distritos de Sala- manca, Chamberí y Moncloa fueron los más caros. En el lado opuesto, Latina, Usera y Puente de Vallecas fueron los más económicos. En Barcelona, Sarrià-Sant Gervasi, Ciutat Vella y Sant Martí serían los más caros de la Ciudad Condal.Castellana fue el barrio madrileño más caro para vivir con un coste medio de 588 euros al mes por habitación. Abrantes fue el más barato con un precio de 243 euros, es decir, una diferencia de 345 euros entre ambos, que solo están separados por unos 10 kilómetros. Eso sí, si hablamos de cercanía con el centro de la ciudad, gana sin duda Castellana, y es que para el 67 por ciento de los estudiantes, lo más importante a la hora de elegir vivienda era la cercanía con el centro de estudios. El 46 por ciento incluía en la ecuación la buena combinación del transporte público. En el caso de Barcelona, Las Tres Torres sería el barrio más caro, con 607 euros y El Coll, el más barato con 292 euros. La diferencia entre ambos es de 315 euros, menos que en la capital, ya que en ambas cuantías son superiores que en Madrid, tanto la cara como la barata. La distancia es especialmente llamativa, ya que son solo tres kilómetros los que separan una zona de otra. Como dato curioso, y ya hablando del interior de la vivienda, el WiFi es el elemento imprescindible a la hora de decidirse a alquilar una vivienda (un 42 por ciento de los encuestados así lo afirma), seguido por que tenga muebles (un 35 por ciento) y, en tercer lugar, que tenga calefacción (un 34 por ciento).Uniplaces también ha preguntado a los estudiantes sobre su deseo de marcharse de España. El 36 por ciento respondió que tiene planes de hacerlo próximamente.