Prioriza sumar plasma, pese a la elevada deuda, y confía en ChinaLos planes de inversión de Grifols hasta 2022 mantienen el ritmo de los últimos años pese al aumento de la deuda de la multinacional de hemoderivados -que supera los 6.600 millones-, a la espera de las necesidades que requiera la alianza que prevé cerrar a finales de año con la china Shanghai SAAS para conquistar el gigante asiático.En la junta anual de accionistas, la compañía indicó ayer que contempla invertir 1.400 millones de euros en el quinquenio 2018-2022, de los que ya ha ejecutado 317 millones entre 2018 y el primer trimestre de este año. La inversión productiva del quinquenio 2014-2018 fue de 1.300 millones. El 60 por ciento del plan actual se destinará a nuevas instalaciones, y el 40 por ciento a actualizaciones. A España le corresponden unos 300 millones, con proyectos como nuevas plantas en Murcia y en Lliçà (Barcelona), y un nuevo edificio en el complejo corporativo de la empresa en Sant Cugat del Vallès.En declaraciones a la prensa tras la junta, el co-consejero delegado de Grifols, Víctor Grífols Deu, justificó la idoneidad de las inversiones para poder contar con más plasma que la competencia en un momento en que hay más demanda que oferta: "Nos estamos preparando para el futuro".Respecto a los planes para China, los asesores de la compañía descartan que la guerra comercial entre Estados Unidos y China frustre la alianza con Shanghai SAAS, que prevé construir una nueva planta de fraccionamiento.