Baleares es la comunidad autónoma con una menor presencia de renovables en su territorio. Actualmente, hay en servicio 36 plantas fotovoltaicas, que suman una potencia de 71 megavatios y 46 parques eólicos que no superan los 4 megavatios de capacidad. A mediados de febrero, el Gobierno balear aprobó su propia Ley de Cambio Climático y Transición Energética, con el horizonte puesto en unas islas cien por cien limpias en 2050. Paralelamente, el Gobierno regional ha ido adoptando una serie de medidas, principalmente de índole económica, para abordar una transición energética que potencien el uso de renovables, el cambio a una movilidad sostenible y la mejora de la eficiencia energética en el Archipiélago. Lo que aún quedaba por salir -aunque ya estaban comprometidos- eran los 40 millones de euros en ayudas estatales a la inversión dirigidas a los promotores de las islas para la puesta en marcha de nuevas instalaciones fotovoltaicas en la región, que fueron aprobadas el pasado 4 de abril. Esta línea de ayudas, que será cofinanciada con fondos europeos Feder y permanecerá abierta hasta el 5 de julio, facilitará la instalación de unos 250 megavatios de nueva potencia fotovoltaica en las islas -principalmente de pequeñas dimensiones-, que permitirá triplicar la potencia actual en este tipo de instalaciones. Algo nada descabellado de conseguir si tenemos en cuenta que, a día de hoy, se encuentran en trámite casi una treintena de parques fotovoltaicos que suman una potencia de 230 megavatios. Las nuevas instalaciones deberán estar finalizadas en 2022, ahorrarán la emisión de 260.000 toneladas anuales de CO2₂y de 500 toneladas de dióxido de azufre y permitirán que Baleares llegue al 10 por ciento de renovables en 2020. El director general de Unef, José Donoso, valora de forma "positiva" la convocatoria de ayudas a la inversión para los proyectos fotovoltaicos en estas islas, "aunque nos gustaría que hubiera subastas específicas para Baleares con un diseño sencillo y transparente y cuyo principal criterio de adjudicación de los proyectos sea el precio ofertado por kWh producido". En esta línea, esperan que con esta convocatoria se instalen, como mínimo, unos "300 megavatios de nueva potencia fotovoltaica". 80 millones para CanariasAunque, en el caso de Canarias, la potencia instalada en renovables supera con creces la de Baleares, lo cierto es que su presencia en las islas sigue siendo insuficiente, a pesar de los grandes esfuerzos que se han realizado en los últimos años y que han permitido, por ejemplo, que la isla de El Hierro haya logrado autoabastecerse cien por cien con renovables. A día de hoy, el número de megavatios en funcionamiento supera los 600. Por lo que se refiere a la eólica, entre junio de 2015 y diciembre de 2018, la potencia instalada en las islas ha crecido un 155 por ciento, hasta los 431 megavatios, lo que equivale al consumo anual de unos 400.000 hogares, es decir, el 46 por ciento del total que hay en el Archipiélago. En las mismas fechas, el número de parques eólicos ha pasado de 53 a 85 gracias a la construcción, en estos tres años y medio, de 32 nuevas instalaciones que, a día de hoy, están volcando a la red la producción eólica que generan. SubvencionesEl incremento de la potencia instalada ha permitido a Canarias alcanzar el 20 por ciento de penetración de renovables en su territorio, un porcentaje que podría subir un 5 por ciento más gracias a los 80 millones en ayudas a la inversión que el Gobierno estatal concedió a principios de enero -con cofinanciación Feder- para la instalación de nueva potencia eólica en las islas, con el objetivo de incorporar, al menos, 180 nuevos megavatios, una cifra que seguramente se superará. Esta es la segunda vez en tres años -la primera fue en el verano de 2016- que el Gobierno central concede ayudas económicas al despliegue de nueva potencia eólica en Canarias. El objetivo no es otro que ayudar a los promotores a cubrir una parte de los costes de inversión, que en las islas son mayores que en la Península, debido a lo ultraperiférico del territorio. Para acceder a estas subvenciones, cuyo plazo de solicitud concluyó el pasado 2 de abril, las instalaciones deberán tener una potencia instalada superior o igual a 800 kW y estar produciendo energía antes del 1 de julio de 2022. Lo que sí ha quedado pendiente -y que se espera se retome después de los comicios electorales del 28 de abril- es la puesta en marcha de una convocatoria para la adjudicación de producción de energía fotovoltaica en Canarias. El Gobierno canario también se ha marcado como objetivo impulsar la eólica marina en las islas como oportunidad de negocio para el Archipiélago, aunque para eso sería aconsejable una nueva normativa que desarrolle la actividad offshore, "porque la existente está desfasada y no permitirá su desarrollo comercial", afirman desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE). El Gobierno insular aboga por la creación de una mesa técnica para fijar las zonas marítimas de las islas en que se podrá instalar energía eólica y las mejoras de la red eléctrica que requerirán. El objetivo es agilizar los trámites que conllevará la instalación en las aguas del archipiélago de generadores de energía eólica, a fin de hacer posible el objetivo de que, en 2025, aporten 300 megavatios de potencia al suministro eléctrico.En las últimas semanas han entrado en funcionamiento en las Canarias el primer aerogenerador marino de España, ubicado frente a las costas de Jinámar (Gran Canaria), de 5 megavatios de potencia, y la primera plataforma eólica flotante compuesta por dos turbinas eólicas de seis megavatios de potencia cada una, en la que se han invertido unos 2 millones de euros.