Estela López barcelona. El Puerto de Barcelona ha admitido a trámite la solicitud para construir en la capital catalana una delegación del museo del Hermitage de San Petersburgo (Rusia), un proyecto que podría suponer una inversión privada de más de 50 millones de euros, pero que cuenta con los recelos del actual Gobierno municipal, capitaneado por Ada Colau. Con todo, la decisión final será responsabilidad del Ejecutivo local que surja de las elecciones municipales del 26 de mayo. Y es que ayer se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la petición de concesión para instalar este equipamiento municipal en el Port Vell, abriendo así el plazo para que puedan presentarse otras ofertas culturales para la misma parcela, con 20 días de exposición pública del proyecto.Después, la aprobación de la concesión deberá contar con el visto bueno del Ayuntamiento, mediante un acuerdo específico. El consistorio actual reclama garantías: "No estamos dispuestos a tener que rescatar una iniciativa fallida, como ha pasado en otras partes de Europa".