A. M. / J. M. / R. E. M. madrid. La venta de Túnels de Barcelona i Cadí –la concesionaria que gestiona los túneles de Vallvidrera, en Barcelona, y del Cadí, en el Pirineo– sigue en el aire. El fondo francés Ardian, propietario del 49,99 por ciento, ha firmado la venta a Predica (el fondo de Crédit Agricole), pero está condicionada a la aprobación por parte del Departament de Territori de la Generalitat, que es quien debe dar la última palabra en esta operación. Este proceso se remonta al pasado mes de enero, cuando Ardian contrató a AZ Capital para que buscara comprador a su participación después de rechazar la propuesta económica de Abertis, que ejerció el derecho preferente como socio en la concesión (ostenta el 50,01 por ciento).Abertis presentó una oferta de 100 millones de euros. Con ello buscaba sumar el 100 por cien de la concesión y cerrar así su primera inversión desde que Atlantia y ACS tomaran el control conjunto el pasado mes de octubre. Sin embargo, el montante resultó insuficiente para Ardian. El fondo francés, que en España dirige Juan Angoitia, solo podrá vender su participación a otro inversor siempre que el precio sea superior al trasladado por Abertis. La cantidad ofertada por Predica se situaría entre los 120 millones y 130 millones de euros. Por este proceso se interesaron también otros candidatos como el holandés DIF y el galo EDF Invest, llegando a presentar cinco ofertas no vinculantes, según adelantó este diario. Sin embargo, Predica –asesorado por Linklaters– fue el candidato escogido por Ardian. El banco brasileño BTG y Abertis se hicieron con la concesión en 2012, con un 65 por ciento y un 35 por ciento, respectivamente. En 2014, la entidad carioca vendió su participación a Ardian, que en 2015 traspasó el 15,01 por ciento a la concesionaria que preside ahora Marcelino Fernández Verdes. Por aquella última operación, Abertis pagó 34 millones de euros. A ese precio, el 49,99 por ciento que ha puesto a la venta alcanza una valoración de 113 millones.Abertis quería con esta operación retomar las inversiones, después de que en los últimos dos años su crecimiento inorgánico haya estado condicionado por el proceso de opa (oferta pública de adquisición) en el que ha estado involucrado. Lo intentó, además, en España, donde el próximo año finaliza la concesión de la AP-7 Tarragona-Valencia y de la AP-4 Sevilla-Cádiz y el Gobierno ya ha anunciado que no se prorrogará ni se relicitará. Los túneles del Cadí y de Vallvidrera tienen una longitud conjunta de 41 kilómetros y un plazo de concesión hasta el año 2037. Se trata de dos infraestructuras cuya titularidad es de la Generalitat de Cataluña. De acuerdo con los últimos datos disponibles, correspondientes a 2017, registró una cifra de negocio de 59,7 millones y un beneficio neto de 19,1 millones.