Señalan que el banco valoró mal los activos dudosos y cayó por falta de liquidezEva Díaz madrid. Los peritos del Banco de España han remitido su informe al juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, que investiga la caída del Banco Popular. El documento, al que ha tenido acceso este diario, apunta a que el que era el sexto banco del país realizó una ampliación de capital en mayo de 2016 para captar 2.500 millones de euros amparado en unas cuentas que no reflejaban el valor real de los activos improductivos. Concretamente, los peritos consideran que el folleto de la ampliación de capital basado en las cuentas de 2015, últimas auditadas en el momento, exponían un valor de la inversión crediticia y de los adjudicados por encima del real, porque "no respetaban determinados aspectos de la normativa contable en la clasificación de las operaciones refinanciadas en dudosos". Por tanto, el banco debería haber contado con mayores provisiones entonces para cubrir ese riesgo que, sin embargo, no se mostraban en sus estados financieros. Según los peritos Santiago Ruiz-Clavijo y Pablo Hernández Romero, algunas de las hipótesis para llegar a las estimaciones contenidas en el folleto de la ampliación "eran demasiado optimistas", especialmente las relativas a la evolución prevista de dudosos lo que, unido a la baja cobertura planificada para los activos adjudicados (principalmente inmuebles), invalidaba las estimaciones de cobertura, pérdidas y solvencia del banco. Viabilidad del bancoA pesar de esto, los dos expertos del Banco de España aseguran que el Popular era viable para captar capital en el mercado, aunque consideran que el importe no fue suficiente para cubrir las pérdidas por deterioro de activos, que fueron mayores que las anunciadas en el momento de la ampliación.Precisamente, un informe confidencial del Banco Central Europeo (BCE) -organismo que aprobó en abril de 2012 la ampliación de capital del que fue el sexto banco español- expone que el supervisor europeo era consciente de que existían presuntas irregularidades en las cuentas del banco, ya que no se habían contabilizado bien los activos problemáticos, según la publicación británica International Financing Review, de Reuters. El supervisor europeo identificó que había 2.400 millones de préstamos morosos clasificados como dudosos, lo que afloraba un déficit de 1.800 millones de euros en provisiones, sin embargo, decidió que el banco acudiera al mercado a captar capital ante la cercanía del referéndum por el Brexit (junio de 2016), que complicaría estas operaciones. La confirmación de que el Popular acudió al mercado con unas cuentas con irregularidades, a falta de la posición del juez, abriría la puerta a reclamaciones masivas de los inversores que cubrieron la operación. Los juzgados civiles ya están dando la razón a los clientes que invirtieron en el banco y sentenciando la devolución del dinero perdido. Sin embargo, si un juzgado civil falla ahora en firme en contra del cliente, aunque después la Audiencia Nacional sentenciara que las cuentas del Popular eran irregulares, éste no podría recuperar su dinero. Por ello, muchos esperan a conocer la postura del Juzgado Central.