La compañía alemana, que adquirió DHL hace casi veinte años, volverá a unos niveles de ingresos previos a la crisis financiera que asoló el mundo en la última década y sus beneficiosse compran mucho más baratos que los de la media del sector del transporteQ uizá se le haya pasado alguna vez por la cabeza enviarle a alguien cartílago de tiburón por correo, pero ha de saber que está entre los productos que DHL no acepta transportar y que, por si acaso, la empresa considera oportuno recordar a sus clientes. Estas tres iniciales, DHL, se han convertido en cincuenta años en una de las firmas de mensajería más reconocidas del mundo. Su origen es estadounidense pero la alemana Deutsche Post pasó a tomar el control en 2001 y hoy es uno de los valores destacados que integran la cartera del fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30. Puede haber crisis, conflictos y catástrofes, pero la necesidad humana de comunicarse y comerciar sobrevive a todo. De hecho, las previsiones del mercado adelantan que, en 2019, las ventas de Deutsche Post podrían superar por primera vez tras la Gran Recesión los 63.000 millones que ingresó en 2007. Unos ingresos que el año pasado procedieron en su mayoría de Alemania y el resto de Europa (60 por ciento) y del 17,5 por ciento de la región de Asia-Pacífico –un porcentaje que en los últimos cinco años ha subido dos puntos–. Con las ventas in crescendo, el líder europeo del envío de cartas y paquetes ganará un 50 por ciento más entre 2018 y 2021, año en que el beneficio neto será de 3.158 millones de euros, según el consenso de mercado que recoge FactSet. Uno de los catalizadores será el auge del comercio electrónico internacional, como concluyó la propia compañía en un estudio de 2017: "Se prevé que los volúmenes minoristas transfronterizos aumenten a un ritmo medio anual del 25 por ciento entre 2015 y 2020 (de 300.000 a 900.000 millones de dólares) –dos veces el ritmo de crecimiento del comercio electrónico nacional–.""El mayor impulsor de beneficios del grupo, el negocio Express, sigue teniendo un buen comportamiento. A través de inversiones continuas en la expansión, el grupo sigue estando bien posicionado para beneficiarse de las oportunidades que se derivan del creciente comercio mundial y el aumento de las actividades de comercio electrónico", corroboran desde Financiele Diensten Amsterdam. Amenazas y oportunidadesDesde la casa de análisis holandesa destacan el impacto que una desaceleración en el crecimiento económico podría tener en las cuentas de Deutsche Post, en particular en una Europa afectada por la incertidumbre que genera el Brexit y "las tensiones comerciales en la industria germana del automóvil". Con 6.000 vehículos en España y 25 aeronaves dedicados al transporte, la compañía tiene por delante dos desafíos: adaptar su flota para reducir las emisiones tóxicas que sobrecalientan el planeta y el reto que presentará la conducción autónoma, que ya está en camino. Con todo, y según las estimaciones de 2019, los beneficios de Deutsche Post se compran con descuento frente a sus comparables, con un multiplicador de ganancias de 13,7 veces, frente a la media de 21,1 veces del sector.