En un mundo que se está acostumbrando a una ralentización del crecimiento global, la renta variable norteamericana sigue conservando cierto atractivo pese a las altas valoraciones que presenta y ante el cambio de ciclo que se avecina. El mensaje más 'amigable' de la Fed puede ayudar, sin embargo, a prolongar el recorrido alcista del mercado de los últimos añosEl rally de la bolsa norteamericana, que acumula hasta ahora casi un 13 por ciento de revalorización desde principios de enero, por inesperado, pilló a casi todos los inversores por sorpresa. Y después de un trimestre que ha visto cómo la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha cambiado su mensaje del año pasado, más proclive a mantener alguna subida de tipos en 2019, a otro en el que ha anunciado que no habrá ninguna, confirmando un escenario de menor crecimiento económico, ha dejado la duda de si se podrá mantener este recorrido alcista por mucho tiempo o si ya está dando sus últimos coletazos antes de que se produzca el tan temido cambio de ciclo. Con el resto del mundo sometido a los mismos problemas de ralentización económica, pero con una política monetaria que en el caso de Europa no ha permitido ni siquiera comenzar el proceso de normalización de tipos, la atención de los inversores se vuelve hacia el otro lado del Atlántico, donde siguen viendo señales de cierto optimismo. "Seguramente la bolsa americana seguirá dando muestras de mayor fortaleza frente a la europea, en la medida en que no se confirme la recuperación de la economía en el Viejo Continente. Es importante ver qué pasa durante el segundo trimestre en este sentido", apunta Ignacio Muñoz-Alonso, estratega jefe de Inversis. De la misma opinión es Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum, para quien la bolsa "más sólida", en su opinión, es la norteamericana, que "puede irse a nuevos máximos y, si vinieran malas noticias, sería la que menos sufriría, y esta es una de las razones por la que mantenemos nuestra apuesta por bolsa de Estados Unidos", puntualiza .Es cierto que las valoraciones de las compañías norteamericanas se han vuelto más severas respecto a otros mercados y el contexto de una aproximación de la recesión, que algunos analistas ya empiezan a calibrar seriamente después de que la curva de tipos se haya vuelto a invertir, invitan a ser cautos. Pero en este entorno global la renta variable norteamericana sigue estando presente en el radar de los inversores, como demuestra la última encuesta de gestores de Bank of America Merrill Lynch, donde el 3 por ciento de los profesionales de la firma asegura estar sobreponderado en Estados Unidos. "La bolsa norteamericana es quizá la que presenta valoraciones más exigentes y la afrontamos con posiciones sectoriales más que el mercado global representado por el S&P. Compañías ligadas a las grandes tendencias de crecimiento global son nuestras preferidas y existen buenos fondos para lograr exposición a ellas, como Capital Group New Perspective", explica Guillermo Santos, socio de iCapital Eafi. "Para nosotros son más claras las expectativas más favorables de muchas compañías norteamericanas frente a las europeas que, lamentablemente y, a pesar de que muchas están baratas, tienen que enfrentarse a un doble riesgo: una desaceleración económica más fuerte y también a riesgos políticos. Las firmas norteamericanas pueden parecer más caras, pero allí la economía crece, su banco central puede bajar tipos y es un país donde existe innovación y se cuida más a quien genera valor, es decir, a las empresas", asegura José María Luna, director de Análisis de Arquia Banca.Estímulo fiscalAunque las rebajas de impuestos incluidas en los estímulos aplicados por el gobierno norteamericano han permitido, entre otros factores, un crecimiento de la economía de Estados Unidos del 2,9 por ciento en 2018 según el Departamento de Comercio, su efecto podría no ser ya tan efectivo, con una previsión del 2,1 por ciento, según la Fed, para este año, y con la guerra comercial emprendida por Trump contra China en un tira y afloja hasta que pasen las elecciones presidenciales de 2020, pero que mantiene la incertidumbre. "El riesgo de una recesión en EEUU se ha incrementado, en gran parte por el sentimiento de deterioro de la economía que se ha instalado en el mercado, pero no creemos que se produzca este año y, aunque el riesgo es más elevado para 2020, es raro ver una recesión en un año electoral y el tono más amigable para el mercado de la Fed podría ayudar a extender el ciclo", asegura Esty Dwek, estratega senior de inversiones de Natixis Investment Managers. Daniel White, gestor del M&G North America Value, reconoce que el riesgo de recesión existe y que la economía norteamericana se encuentra más cerca del final del ciclo, al tiempo que los beneficios de las compañías se han reducido, y "esto representa un desafío, especialmente para las compañías que tienen una valoración alta y unas expectativas igualmente altas de crecimiento. Pensamos que las empresas baratas que tienen una expectativa baja tienen más atractivo para invertir". En Schroders, por el contrario, están menos preocupados por el riesgo de recesión aunque les gustaría "ver una estabilización en las perspectivas de beneficios antes de hacer una revisión al alza".En este contexto, la selección de valores se ha convertido en la estrategia fundamental para los próximos meses para las firmas de asesoramiento. "No estamos haciendo grandes apuestas geográficas, sino que nos estamos moviendo algo más por criterios sectoriales o tipología de compañías, construyendo carteras de valores o invirtiendo en fondos de terceras gestoras con dos extremos: compañías de calidad con valoraciones que no sean excesivas, pero que sobre todo nos puedan dar una estabilidad por su modelo de negocio, en caso de que el fin del ciclo se acelera, y por otro lado valores que cotizan en un contexto excesivamente negativo, que son más cíclicas pero tienen un margen de seguridad relevante", explica Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada.