Este diario ha investigado desde el inicio los encargos de espionaje de BBVA y FG a VillarejoEl año nuevo marcó el punto de partida de lo que se convertiría en la agónica Presidencia de Honor de Francisco González (FG) en BBVA. Los 73 días que ha durado en el cargo (creado a medida para el banquero) desde que lo asumió el pasado 1 de enero tras 22 años en la presidencia ejecutiva de la entidad se han desarrollado como una muerte anunciada. Este periódico investigó y publicó desde el inicio la relación contractual de BBVA con el excomisario José Manuel Villarejo. El pasado 10 de enero, elEconomista informó que la entidad ordenó en 2004 espiar a varios miembros del Gobierno de Zapatero, como la entonces vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega o el exjefe de la Oficina Económica de La Moncloa, Miguel Sebastián, además de relevantes empresarios con el objetivo de impedir que Sacyr comprara acciones del banco para entrar al consejo de administración y derrocar a González de la presidencia. El escándalo fue el declive reputacional del banco. Tras dicha información, este periódico, que tuvo acceso a los papeles de Villarejo, publicó que el expolicía también espió para la entidad a toda la banca española e incluso intervino conversaciones del entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet. El desenfreno informativo instó a los supervisores bancarios a pedir a BBVA que moviera ficha para evitar la mayor crisis de imagen vivida hasta el momento. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, pidió al banco acelerar la investigación interna para dirimir responsabilidades, declaraciones que secundó el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos; el presidente de la CNMV, Sebastián Albella; la ministra de Economía, Nadia Calviño, e incluso el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán. La entidad se vio abocada el pasado mes de febrero a reconocer al mercado que el escándalo de espionaje supone un impacto reputacional para el banco, pero también económico, puesto que ante una futura ola de litigios, debería provisionar cantidades económicas sufi- cientes para hacer frente a las responsabilidades judiciales que se puedan derivar del caso. Las demandas, tal y como ha publicado este periódico en un preciso seguimiento y a las que tuvo acceso, no se hicieron esperar. El expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, junto a dos exdirectivos de BBVA José Domingo de Ampuero y Vicente Benedito, dieron el primer paso al denunciar al banco y al excomisario. A continuación, le siguió el exministro Sebastián, que pidió a la Audiencia Nacional personarse en la causa como perjudicado y, ayer, se sumó la querella del exvicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, contra BBVA, FG, Villarejo y el exjefe de Seguridad de la entidad, Julio Corrochano. El último capítulo, también publicado por elEconomista, reveló este miércoles que la contratación del expolicía por parte del banco era una dinámica habitual puesto que en 2005 requirió al excomisario para que investigara el patrimonio del constructor Fernando Martín.