Audi vendió en 2018 en todo el mundo un total de 1.812.485 vehículos, lo que supone una caída del 3,5 por ciento respecto a las cifras de 2017. A pesar de todo, la firma de los cuatro aros elevó su beneficio neto después de impuestos un 0,9 por ciento en 2018, hasta los 3.463 millones de euros. "No estamos nada satisfechos con los resultados", declaró Bram Schot, nuevo CEO del Grupo Audi (Audi, Lamborghini y Ducati) desde diciembre, en la "Annual Press Conference" que la firma alemana, del Grupo Volkswagen, celebra cada año en Ingolstadt (Alemania). La causa de este retroceso es, según los responsables de la firma, la llegada del nuevo ciclo de homologación de consumo y emisiones (WLTP). De esta forma el beneficio de Audi antes de "circunstancias especiales" fue de 4.705 millones de euros frente a los 5.058 millones de 2017 (una caída del 6,9 por ciento). "Audi tiene excelentes productos, pero en términos comerciales, fracasamos en el cambio al WLTP", subrayó Bram Schot. El grupo Volkwagen, dueño de Audi, ha caído en Bolsa un 1,4 por ciento desde que presentó resultados.