El Gobierno quiere prohibir los cortes de suministro de cualquier fuente de energía durante situaciones meteorológicas extremas, ya sea por temperaturas altas o bajas, o por otras causas, como vendavales o fuertes lluvias, en función de las alertas meteorológicas. La Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, en información pública, plantea la medida para proteger a los consumidores, porque en ciertas situaciones, sobre todo de frío extremo, el abastecimiento de energía es vital. En otros países cercanos, como Francia, Bélgica o los Países Bajos, existen prohibiciones similares, acotadas a los crudos meses de inverno. Sin embargo, el Gobierno quiere aplicarla también durante episodios estivales de elevadas temperaturas, habida cuenta nuestro clima. Alertas de la Aemet Para activar la prohibición, el Gobierno propone guiarse por las alertas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que se reparten por provincias y áreas geográficas concretas y tienen tres niveles (amarillo, naranja y rojo), según los datos históricos de temperatura. Partiendo de la base de que la mayoría de las viviendas están adaptadas al clima de su emplazamiento, las alertas de Aemet se disparan a distintos niveles de temperatura; por ejemplo, en Almería capital la alerta amarilla por calor se activa a 36º centígrados y por frío a -1º, mientras que en el Pirineo de Huesca no se declara si no supera el intervalo de 34º a -6º centígrados. Para que sea viable es necesario establecer las variables que activen la prohibición (incluyendo otros fenómenos, como las fuertes lluvias) y diseñar el sistema de comunicación con las empresas suministradoras de energía, al objeto de que conozcan las alertas con antelación y puedan activar sus procedimientos internos. El mecanismo podría diseñarse entre 2019 y 2020.