Plantea que los pequeños accionistas tengan representación en el consejoLetterOne, el brazo inversor del magnate ruso Mikhail Fridman (propietario de un 29 por ciento de Dia), se muestra dispuesto por primera vez a conceder un préstamo participativo por el importe que fuera necesario para evitar la quiebra de la cadena de supermercados, algo a lo que hasta ahora se había negado. En plena guerra con el consejo de administración de la compañía, ha anunciado que está dispuesto "a inyectar capital inmediatamente en forma de préstamo participativo si fuera necesario", lo que evitaría que la compañía caiga en causa de disolución. Esta opción está siendo utilizada, en su opinión, por el consejo de administración de Dia como "una amenaza", a pesar de que LetterOne afirma haberle presentado varias opciones para evitar caer en concurso de acreedores. Fuentes financieras aseguran que la "solución" propuesta por Fridman "es artificiosa ya que no ha logrado el visto bueno ni desde el punto de vista legal, ni de la compañía ni de la CNMV". Este préstamo subordinado, que podría situarse entre los 100 millones y los 150 millones, se repagaría después a través de la ampliación de capital propuesta por la firma por el mismo importe. La operación, en cualquier caso, sigue condicionada a la conclusión de la opa voluntaria lanzada sobre la empresa a 0,67 euros por acción y la posterior toma de control con el nombramiento de un nuevo consejo de administración. Es la primera vez que LetterOne justifica, además, por qué no ha lanzado una opa obligatoria, en lugar de voluntaria. Más allá de motivos regulatorios, como el hecho de que no superaba el umbral del 30 por ciento en el capital, Fridman considera que el precio al que debería haber realizado la oferta -que hubiera sido el máximo pagado en los últimos doce meses- "no refleja las irregularidades contables que se descubrieron en octubre de 2018 y que llevaron a la destrucción masiva del valor de capitalización de la compañía". El desembolso adicional que realizaría LetterOne en Dia sería, en primer lugar, de entre 100 millones y 140 millones para restablecer el patrimonio negativo de la compañía -de 98 millones de euros- en forma de préstamo participativo. Posteriormente, L1 Retail suscribirá su parte de la ampliación de capital, que está condicionada a que salga adelante la opa, es decir, a que el capital en manos del holding sea de al menos el 65,51 por ciento. Para suscribir esta parte el desembolso será de algo más de 327 millones, aunque la firma se ha comprometido a suscribir aquella parte que no logre el respaldo de los accionistas. El consejo de Dia lleva semanas reclamando a LetterOne la concesión de ese préstamo, pero insistiendo en que debería concederse antes de la opa, porque de lo contrario la compañía entraría ya en quiebra. De hecho, el máximo órgano ejecutivo se plantea la declaración inmediata del concurso de acreedores si, tal y como parece, no logra la mayoría suficiente para que se apruebe su ampliación, por un importe de 600 millones. "Como accionista mayoritario, LetterOne no querría que la empresa se declarara insolvente por un problema contable y ha proporcionado soluciones alternativas, que han sido facilitadas al consejo de administración", asegura la firma. LetterOne insiste, no obstante, en que votará en contra de la ampliación que quiere por la empresa. La propuesta de L1 Retail pasa por una ampliación a un precio mínimo de 0,1 euros, frente a la operación acordeón que propone el consejo.