Del Pino prefiere vender el negocio de Servicios en una única operación, aunque la prioridad es optimizar su valorFerrovial registró unas pérdidas históricas de 448 millones de euros en 2018 como consecuencia de la provisión de 774 millones que ha acometido por el deterioro de su filial de Servicios británica Amey, que definitivamente entrará en la venta de toda la división y por la que el grupo proyecta obtener entre 2.500 y 3.000 millones. Sin el efecto de Amey, el resultado neto de sus actividades continuadas -ya se excluye Servicios- alcanzó los 460 millones, frente a los 424 millones de 2017, lo que representa un incremento del 8,6 por ciento. El grupo anticipó la decisión final de vender el área de Servicios el miércoles, cuando comunicó la pretensión de hacerlo en un solo lote y de incluir Amey. Ayer, el presidente de la multinacional española, Rafael del Pino, corroboró su "preferencia" por ejecutar la venta en un único acuerdo, si bien precisó que la prioridad es "optimizar el valor". Tras el deterioro, el valor razonable de Amey ha quedado establecido en 103 millones de euros. La positiva evolución del negocio se sustenta en los activos que consolidan por puesta en equivalencia, con una mayor contribución de los dividendos proporcionados por estos. En concreto, ingresó 623 millones de euros por este concepto, lo que supone un incremento del 12,6 por ciento desde los 553 millones de 2017. La autopista 407 de Toronto (Canadá) aumentó la retribución un 8,9 por ciento en el último ejercicio en moneda local. Ferrovial recibió de Heathrow 144 millones de euros y del resto de aeropuertos en Reino Unido (AGS) 39 millones. También se incluyen 131 millones de Ferrovial Servicios, en su mayor parte procedentes de España. Las ventas de las actividades continuadas llegaron hasta los 5.737 millones de euros, con un incremento del 11,3 por ciento, por la mayor contribución de construcción debido al comienzo de grandes obras en Estados Unidos. La facturación en el exterior representó un 77 por ciento del total. Mientras, el resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 484 millones, cifra que en términos comparables hubiese supuesto un incremento del 1,4 por ciento frente al año anterior. Unos datos que se apoyan, entre otras variables, en el crecimiento de los tráficos en los activos de infraestructuras de la compañía entre los que cabe destacar 407 ETR (1,4 por ciento), Heathrow (2,7 por ciento), LBJ (6,9 por ciento), NTE (10,7 por ciento) y Ausol I (8 por ciento). Al margen de las autopistas y los aeropuertos, el negocio de construcción evolucionó positivamente en cuanto a ventas, pero tuvo un comportamiento peor en el resultados de explotación por las filiales de Polonia Budimex y de Estados Unidos Webber. La cartera de contratación de esta división bajó ligeramente, hasta los 10.965 millones de euros, de la que el 89 por ciento corresponden al exterior. El consejo de administración propodrá a la junta de accionistas mantener el dividendo flexible, con un pago de 0,74 euros por acción.