El mercado español está más bancarizado que hace una década. Las entidades financieras son la habitación principal de un parqué que en la burbuja de 2000 estaba reservada a Telefónica. Las cosas han cambiado, y en el plano bursátil actual, las constructoras ya tienen habitación. Por J. Gómez y P. Vegas. I magínese el centro del parqué de la bolsa. Allí, junto al clásico reloj que hace las veces de epicentro del mercado, sitúe la máquina que el escritor británico Herbert George Wells ideó para viajar en el tiempo. Ahora que se acaba de cumplir el 175 aniversario del mercado de valores madrileño podríamos marcharnos hasta aquella bolsa de corros en la que se compraban y vendían acciones con golpes de periódicos o incluso a aquel mercado centenario en el que los señores acudían con sus anotadores particulares y en la sala de liquidación y compensación de valores al cierre de la jornada un bedel preparaba y servía limonada mientras se hacían cuentas de cómo había ido la sesión. Poner el velocímetro del tiempo resultaría excitante respecto a lo que nos podríamos encontrar, pero desde luego nada comparable al mercado actual. Quizás lo mejor que nos traeríamos de aquella época son esos pergaminos que identificaban la propiedad de una acción que hoy muchos gustan de enmarcar y convertir en un elemento decorativo.Por eso vamos a poner el velocímetro de nuestra particular máquina del tiempo en la bolsa española justo en una década atrás. Una vez allí, si nos fijamos en cómo era el plano de la bolsa en octubre de 1996 nos encontramos con un mercado que aunque estaba bancarizado tenía algo más de electricidad.El reino eléctricoCasi un tercio de los valores del Ibex 35, el principal índice de la bolsa española, estaba compuesto hace diez años por eléctricas, compañías de gas y agua. Además de las 'utilities' que hoy siguen vivas dentro de nuestro parqué -que incluso acaparan todo el protagonismo bursátil ya que están acechadas por eléctricas internacionales como E.On o constructoras como Acciona y ACS-, también estaban dentro del Ibex y con pesos significativos compañías que entonces eran filiales de Endesa y que luego fueron absorbidas por ésta como Sevillana de Electricidad, Fecsa y Gesa. También cotizaba entonces Hidrocantábrico, que años después protagonizó el que hasta el de Endesa ha sido el mayor culebrón eléctrico, con EDP, Villar Mir, EnBW... El peso de la gran banca hace una década era menor que el actual. Si se repasa la foto de aquel momento, ninguno de los entonces siete grandes podía con Telefónica. La operadora de telecomunicaciones sacaba la cabeza a todos los banqueros con un peso dentro del Ibex 35 del 14 por ciento. Hace una década, el banco que más ponderación tenía dentro del Ibex 35 era BBV, con un 7,6 por ciento, y la entidad que entonces presidía Emilio Ybarra tenía un tamaño menor que Endesa y Repsol. El Santander de Botín, sin Central Hispano, tenía un peso del 6,6 por ciento, superando el 4,1 de Argentaria; el 4 por ciento de Popular; el 3,2 por ciento de Banesto; el 2,7 por ciento de BCH; y el 1,3 por ciento de Bankinter.Aquella era una bolsa en la que la tecnología y los medios de comunicación apenas tenían protagonismo, ni siquiera las constructoras, cuyo peso dentro del Ibex era sólo del 1,5 por ciento. Como recuerdo que ya parece muy pretérito queda que el sector de la distribución se hacía con un hueco en el Ibex. Pryca y Continente, que luego se unirían para formar parte de lo que hoy es Carrefour, alcanzaban el 5,4 por ciento del índice.En plena burbuja de 2000La instantánea a la que nos lleva la máquina del tiempo bursátil si nos desplazamos a la de los anteriores máximos históricos, los de marzo de 2000, en plena burbuja tecnológica, es radicalmente diferente a la de hace una década y a la actual. En aquel entonces si se preguntaba a cualquier profesional de mercado sobre qué iba a hacer la bolsa, éste respondía sin cortapisas que "la bolsa hará lo que haga Telefónica".En aquel momento, ese comentario tenía todo el sentido del mundo porque el peso de la operadora española cuando la renta variable también hacía máximos históricos en 2000 -el 6 de marzo- era del 28,3 por ciento. Un porcentaje que hoy se ha reducido al 14,9 por ciento. El divorcio de Telefónica con la tendencia de la bolsa se ha producido porque el Ibex 35 ha sufrido una transformación muy importante en los últimos ejercicios. En 2000 era un índice muy tecnológico y hoy es un índice mucho más financiero de lo que lo fue en el pasado. Hace seis años, Telefónica y sus filiales -cotizaban en el índice Terra y TPI-Páginas Amarillas- contaban con un peso en el índice del 40 por ciento. La compañía de Internet era la cuarta empresa que más peso tenía dentro del Ibex 35 -casi un 9 por ciento-, por encima de Endesa y Repsol, y a muy poca distancia de BBVA y Santander, que en aquel momento tenían una ponderación en el índice del 12 y 10,5 por ciento, respectivamente. El recorte del peso de Telefónica dentro del Ibex 35 en los últimos años ha tenido consecuencias de esas que saltan a los titulares de los medios de comunicación por el valor hegemónico que tienen. La operadora perdió en septiembre de 2005 el puesto de mayor compañía de la bolsa española por valor bursátil en favor de Santander. Pero la lectura clara del golpe de estado frustrado que dio la tecnología en el parqué español es que el plano de la bolsa en 2000 relegaba de la habitación principal a las eléctricas en favor de las telecomunicaciones. Y esta alternancia de poderes ha dado una vuelta de tuerca más -en detrimento de las telecos-, ya que el peso de las compañías financieras ha pasado desde 2000 del 25 al 37,5 por ciento y las 'utilities' -compañías especializadas en servicios públicos- del 15 por ciento a casi el 18,5. Además, las constructoras y autopistas acechan en conjunto el peso de Telefónica. Estas compañías se han hecho presentes dentro del Ibex, tras aumentar su peso del 4 al 10,7 por ciento. Las firmas del ladrillo sin las concesionarias alcanzan una ponderación del 8 por ciento. Sin lugar a dudas, el protagonismo es para ACS, que ha pasado de ponderar en 2000 un 0,38 por ciento al 2,8 por ciento de octubre de 2006. Hoy, las constructoras como bloque que compran muchos gestores de fondos de inversión son el cuarto sector en el Ibex, desplazando a Repsol. La pena de todo este ejercicio es que no podemos meternos en la máquina del tiempo para saber cómo será el plano bursátil futuro. Aunque ya sabemos que la habitación principal no tiene dueño fijo.