El regulador prohibió las ofertas a los clientes que se disputan y ambas dicen que no se cumpleBilbao/madrid. De poco ha servido el arbitraje dictado por la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) el pasado 26 de octubre. Lejos de derivar en una tregua entre Orange y Euskaltel, ha supuesto la continuación de una guerra en la que ninguna de las dos compañías está dispuesta a ceder ni un milímetro.Y es que el "pastel" que está en juego es muy jugoso, quien gane la partida habrá salvado una parte muy significativa de su negocio y el que la pierda tendrá que hacer frente al revés de ver marchar más de 450.000 clientes. La resolución de la CMT imponía medidas cautelares, hasta que resolviera definitivamente el fondo del asunto, para evitar que mientras tanto los clientes en disputa se vieran perjudicados. En base a ello la CMT ordenó a Orange y Euskaltel que continuasen con el acuerdo de funcionamiento que mantenían desde 1998, que mantuvieran las condiciones y calidad del servicio; y que se abstuvieran de dirigirse a los clientes afectados, individual o colectivamente, con el objeto de captarlos para sus respectivas redes. Una semana después, tanto Orange como Euskaltel han acudido a la CMT para denunciar que el contrincante ha incumplido con los términos del arbitraje. El consejero director general de Euskaltel, Alberto García Erauskin, acusa a Orange de mantener las trabas para la recarga de las tarjetas prepago en los cajeros automáticos; y de realizar llamadas telefónicas a clientes empresariales ofreciéndoles importantes descuentos si se cambian de compañía. Desde Orange afirman que esas acusaciones son "absolutamente falsas".Por su parte, Orange acusa a Euskaltel de mantener una campaña de publicidad en medios de comunicación vascos en la que se prometen tarifas especiales de fin de semana, contraviniendo la prohibición de lanzar ofertas especiales para captar clientes. Euskaltel responde que tal acusación "no tiene ni pies ni cabeza", ya que se trata de una promoción antigua, pactada explícitamente con Amena-Orange y que también está vigente para los clientes de Amena de fuera del País Vasco. Por tanto, aseguran que no se trata de ninguna campaña nueva, ni que trate de migrar clientes, ya que tal migración a día de hoy no es posible.