Ejerce el derecho de tanteo, pero mantiene el recurso de reposición contra la decisión del administrador concursal El Santander continúa con su batalla para recuperar la Ciudad Financiera. El banco ha ejercido el derecho de tanteo sobre su sede corporativa, igualando la oferta de los hermanos Reuben, mientras prosigue con el recurso de reposición contra la selección de la oferta de los inversores británicos como la mejor. El Juzgado Mercantil número 9 de Madrid lo confirmó así el 14 de enero. La estrategia del banco, según ha podido saber elEconomista, pasaría por aprovechar todas las posibilidades para recuperar su sede. Así, habría optado por utilizar el derecho de tanteo antes de que se resolviese el recurso contra la designación de la oferta de los británicos como la mejor, para evitar que corrieran los plazos que le impedirían poder ejercer dicha opción, que figura en el contrato de alquiler firmado con Marme en 2008. El banco, según adelantó VozPópuli, habría presentado la oferta esta semana al administrador concursal, consignando 20 millones de euros para hacerla efectiva. La primera puja del banco presidido por Ana Botín, aunque muy cercana en importe a la presentada por los inversores británicos, había sido elegida la segunda mejor, al considerarse que la parte en efectivo ofrecida por los Reuben era más elevada (283,73 millones frente a los 232,21 millones del Santander). Las ofertas totales estarían valoradas en 3.000 millones en términos brutos. Apoyo de los acreedores En paralelo al ejercicio del derecho de tanteo, el Santander ya ha planteado a la administración concursal sus alegaciones contra la designación de la oferta de los inversores británicos como la mejor. El Santander exige que se estudie si cumplen la normativa sobre blanqueo, reputación y ética, ya que operan desde paraísos fiscales, y amenaza con exigir una compensación de 750 millones si no se realizan estas comprobaciones y contaría con el apoyo de los acreedores de Marme. Así, en un escrito fechado el pasado diciembre, Natwest, Bayerische Landesbank, HSH Nordbank y CaixaBank consideraban que el vehículo de los Reuben, Sorlinda, "no ha acreditado suficientemente su capacidad para conseguir la financiación necesaria", lo que genera una "incertidumbre" de la que carece la oferta del Santander.