Natra comunicó ayer a la CNMV que un total de 92,5 millones de nuevas acciones, de 0,1332 euros de valor nominal cada una, empezaron a cotizar tras su última ampliación de capital, realizada por un importe de 12,3 millones de euros. El desembolso se efectuó mediante la conversión de 92.589 obligaciones convertibles en la que participaron sus acreedores, que venderán ahora a Invesindustrial. A falta de que la CNMV valide la opa lanzada por la firma de capital privado sobre la compañía valenciana, ésta cuenta ya así con el camino allanado para quedarse con la misma. El fondo logró el beneplácito de casi el 60 por ciento del capital post ampliación -teniendo en cuenta la dilución que supone el canje de bonos convertibles que tiene emitidos-, de acuerdo con el anuncio previo de la oferta, por unos 142 millones en total. Los ingresos que obtendrán Deutsche Bank y Banco Sabadell por la operación cuando se cierre son bajos -(31 millones y 13 millones, respectivamente)-, pero se quitarán el riesgo de convertirse en accionistas de la compañía sin querer. Ambas entidades controlaban bonos convertibles en títulos de Natra equivalentes al 22 por ciento y al 9 por ciento del capital, respectivamente, procedentes de los procesos de reestructuración de deuda durante 2014 y 2015. Estos bonos vencían en 2023, pero Natra abrió hasta el 27 de enero una ventana para ejecutarlos, que es la que aprovecharon Deutsche y Sabadell para cambiar deuda por acciones, que venderán a Investindustrial, al precio de la opa -0,9 euros por acción-. El tercer bonista adherido al pacto -Bybrook- también venderá su 26 por ciento, aportando además financiación.