La Fiscalía Provincial de Madrid pidió ayer cuatro años de cárcel para el excomisario José Manuel Villarejo por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, en relación a la grabación y difusión de una conversación entre un comisario y agentes del CNI en el marco del caso Pequeño Nicolás. El expolicía lleva en prisión preventiva desde 2017 por el caso Tándem, investigación de la Audiencia Nacional sobre las operaciones del exinspector. El Ministerio Público considera también que Gema Alcalá (esposa de Villarejo) y Carlos Mier (periodista) son cooperadores necesarios en la comisión de dicho delito y les reclama una pena de tres años de prisión a cada uno. Según la Fiscalía, Villarejo "planeó grabar la conversación que pudiera tener el comisario Martín Blas", entonces jefe de la Unidad de Asuntos Internos, en una reunión programada con agentes del CNI. La cita espiada tuvo lugar el 20 de octubre de 2014. Por otro lado, el magistrado de la Audiencia Nacional que instruye el caso Tándem, Manuel García Castellón, ordenó el 5 de febrero nombrar un administrador judicial para gestionar el entramado societario del excomisario a fin de blanquear fondos fruto de sus actividades delictivas. Con esta decisión, se pondrán bajo tutela también las cuentas bancarias y las participaciones sociales a su nombre y al de su socio, el abogado Rafael Redondo. El juez avisa de que las sociedades pueden tener ramificaciones internacionales de las que se desconoce su alcance.