Dice que el cierre de oficinas no implica un alza de este problemaEl Banco de España indicó ayer que el cierre de oficinas y la reducción de cajeros automáticos que ha experimentado el sector financiero en los últimos años no implica necesariamente que la población afectada se encuentre en una situación de exclusión financiera. Así lo puso de manifiesto en un artículo publicado en el Portal del Cliente Bancario, en el que ha repasado las cifras de la reestructuración del sistema, informa Ep. Las sucursales disminuyeron un 39 por ciento entre 2008 y 2017, hasta las 27.706 sucursales, en niveles de 1981. Estos cierres de oficinas vinieron acompañados de la desaparición de muchos cajeros, si bien, y compensando parcialmente este descenso, también se han instalado nuevos cajeros en puntos de gran afluencia de personas, como centros co-merciales, aeropuertos o estaciones de tren. El resultado neto es que en ese periodo el número de cajeros automáticos en España se recortó un 17,6 por ciento, hasta los 50.839 en 2017. La situación más crítica se produce en los municipios que han perdido la única oficina bancaria que tenían: es el caso de 4.109 localidades, lo que significa que 1,25 millones de habitantes no disponen de este servicio en su ciudad o pueblo de residencia. Sin embargo, el Banco de España aseguró que esta realidad no implica necesariamente que la población afectada se encuentre en una situación de exclusión financiera por varias razones, entre ellas por el auge de la digitalización y por la proximidad localidades con oficinas.