Paga 0,67 euros en lugar del precio equitativo de 3,73 euros si fuera obligatoriaLetterOne ha lanzado la opa sobre Dia a 0,67 euros por acción, argumentando que se trata de una oferta voluntaria ya que no supera el 30 por ciento del capital de la empresa. El problema es que en ese caso, y según admite la propia compañía, el precio equitativo hubiera tenido que elevarse a 3,73 euros "por ser el más alto pagado por las sociedades del grupo al que pertenece en el plazo de 12 meses previos a la fecha del anuncio". Es decir, que le hubiera costado cinco veces más cara. El vehículo del ruso Mikhail Fridman esquiva la opa obligatoria de la mano de Goldman Sachs, el banco de inversión que ha contratado como asesor en esta operación y que ha estado comprando y vendienco acciones de forma paralela a los movimientos que llevaba a cabo LetterOne, para que el podría haber estado trabajando como custodio de sus instrumentos financieros en los últimos meses. Teniendo en cuenta que Goldman Sachs tiene ya el 5,36 por ciento de Dia -de manera directa tiene un 0,18 por ciento y el resto (5,182 por ciento) está prestado vía instrumentos financieros-, eso significa que LetterOne podría tener ya un paquete asegurado del 34,36 por ciento. Fridman entró en el accionariado de Dia el pasado mes de julio de 2017, cuando la acción cotizaba a 4,81 euros. El aquel momento adquirió de forma directa un 3 por ciento de la empresa y una opción sobre otro 7 por ciento más, que tenía fecha de ejecución en enero de 2018. Al vencimiento de la misma decidió, sin embargo, aumentar todavía más su participación. Así, se hizo con otro 5 por ciento más y firmó otra opción, que ejecutó el 19 de octubre, por otro 14 por ciento, por el que pagó finalmente 3,62 euros. Cambio de planes Hace justo un año, la firma comunicó a la CNMV que "no" tenía intención, sin embargo, de formular una opa sobre la cadena, al no superar el 30 por ciento de las acciones", algo que ahora sí que ha hecho. Cuando Fridman se hizo con el 29 por ciento de manera directa en octubre, hasta seis grandes bajistas desaparecieron de Dia o, al menos, rebajaron su posición por debajo del 0,5 por ciento, mínimo al que obliga la CNMV a hacerla pública, dejando el total de hedge funds que actúan en corto en solo nueve. Desde su entrada hace año y medio hasta el cierre del lunes, antes del anuncio de la opa, Dia ha perdido un 90 por ciento de su valor, reduciéndose su capitalización así hasta tan solo 267 millones de euros. Fridman lanza la oferta ahora, con un fuerte descuento respecto al que él mismo entró, argumentando que la compañía "está, actualmente, en un declive estructural y su marca se ha deteriorado de manera significativa" e insistiendo en que, como primer accionista de Dia, ha sido el principal perjudicado por la evolución de los títulos . LetterOne recuerda que en octubre del año pasado la empresa se vio obligada a rehacer sus cuentas y anunciar un profit warning o revisión a la baja de los benefcios. "Estos hechos, junto con el elevado nivel de endeudamiento de Dia, han limitado la capacidad de la empresa para operar de manera efectiva en el día a día y para invertir en su futuro", dice la firma. En las últimas semanas se ha estado especulando sobre el momento en el que tendría que lanzar la oferta para tratar de ganar tiempo y adelantarse a la ampliación y los planes puestos en marcha por Dia. LetterOne ha mostrado en todo momento su oposición a los planes de la compañía, pero siempre de espaldas al consejo de administración. En la empresa, explican, de hecho, que nunca había puesto ningún reparo al plan estratégico en el que se estaba trabajando, y del que la firma participaba. La sorpresa en la compañía fue mayúscula cuando solo unas semanas después de su nombramiento, Stephen DuCharme, mano derecha de Fridman, abandonó la presidencia de Dia y regresó a Letter-One, para preparar la toma de control, para lo que contrató al banco de inversión PJT. Retirada de consejeros La tensión fue en aumento cuando, el paado 18 de diciembre, Fridman retiró del consejo de administración a sus dos últimos consejeros, Karl-Heinz Holland y Sergio Antonio Ferreira Dias, con la intención de "centrar sus esfuerzos en trabajar desde LetterOne en el proceso de diseño y desarrollo de un eventual plan de sostenibilidad a largo plazo para la compañía". Un plan al margen del que estaba preparando la empresa, con un acuerdo de refinanciación bancaria y una ampliación de 600 millones, a las que se opuso en todo momento. LetterOne insiste ahora en que ese plan "no aborda los desafíos estratégicos, de liderazgo y de estructura de capital fundamentales a los que se enfrenta Dia, y expone a los accionistas al riesgo de una dilución significativa, sin una estructura de capital a largo plazo". Todo indica ahora que se hará con el control del 100 por cien de la compañía a precio de saldo, tras el fuerte derrumbe de la acción desde su llegada. El último paso sería así una exclusión de bolsa, con fuertes minusvalías para los minoritarios.