Las bolsas estadounidenses cierran su quinta semana consecutiva al alza y consiguen fortificar los mínimos de las últimas sesiones del año pasado como el suelo de un mercado lateral cuyo objetivo máximo de subida son las cimas históricas de los índices y la ecuación rentabilidad/riesgo deja menos margen de subida que de caída, en plena desaceleración del crecimientoEl calvario de la banca española y europea no impidió que las bolsas reforzaran el optimismo del arranque de 2019 en la semana a uno y, por supuesto, al otro lado del Atlántico, y, lo que es más importante, que confirmaran la entrada del mercado en un rango lateral en el que el suelo que suponen los mínimos de la semana de Navidad fueron cimentados y en el que, de momento, no hay recorrido más allá de los máximos de 2018, que se corresponden con cimas históricas en el caso de los índices de Estados Unidos. En el Viejo Continente, se confirmó este lateral porque tanto el Ibex 35, pese al lastre del sector financiero -ver página 3-, y el resto de referencias aguantaron sobre primeros soportes, como son los 9.000 puntos del selectivo español o los 11.000 enteros del Dax 30 alemán. En Wall Street, el mercado director, porque los principales índices cerraron la semana con subidas superiores al 1,5 por ciento en el caso del S&P 500 y del 1,3 por ciento en el del Nasdaq 100, dejando pistas claras de que están dispuestos a sacudirse el adjetivo bajista al que parecían condenados a finales de 2018. De hecho, se sitúan como los más alcistas del año entre las bolsas desarrolladas. "Wall Street ha roto al alza la fase de consolidación que desarrollaban sus índices durante las últimas semanas", explica Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader, quien añade que, de esta manera, "han fortificado los mínimos alcanzados en la jornada de Nochebuena como un suelo más que fiable para las bolsas mundiales". Ecuación rentabilidad/riesgo "Esto es muy importante desde el punto de vista técnico, ya que supone que el movimiento de las últimas semanas ha sido impulsivo, algo que nos indica que una próxima corrección va a ser una oportunidad para comprar ya que no se perderán esos soportes", continúa el experto del portal de estrategias de inversión de elEconomista, quien indica que "a partir de ahí, una nueva subida debería batir el origen de esta corrección y apuntar, incluso, a una vuelta a los máximos históricos cosechados el año pasado". Hasta agotar este rebote, eso sí, todavía le queda un margen al alza ligeramente superior al 3 por ciento, hasta los 2.800 enteros del S&P 500. En este contexto, pese a la volatilidad inherente al aterrizaje que está protagonizando la economía a escala global, el inversor puede agradecer que el mercado haya puesto niveles al suelo y al techo en el proceso lateral en el que se ha embarcado -ver gráfico-, y que, con esa información, pueda valorar la ecuación rentabilidad/riesgo del mercado con cierta precisión. Guerra comercial Esta semana, el epicentro del interés (y las incertidumbres) de los mercados estuvo, como es habitual, en Estados Unidos, pero no exactamente en Wall Street, sino en Washington, donde se reunieron funcionarios chinos y norteamericanos en una segunda ronda de negociaciones sobre la guerra comercial que tiene atenazada al mundo. Las conclusiones de este tira y afloja, no obstante, no se sabrán hasta por lo menos el final del mes de febrero, cuando se verán las caras los presidentes de ambas potencias. "Es algo más que una cuestión de superávit por cuenta corriente, ya que se trata de la dominación no sólo política, sino también tecnológica, en un mundo multipolar", explican desde Allianz Global Investor. De momento, se sabe que el gigante asiático está comprometido a comprar más bienes de su rival en este conflicto arancelario. El dato de empleo mejor de lo esperado que se conoció el viernes también en la primera economía del mundo hizo olvidar que el cierre récord que sufrió la Administración estadounidense ha impedido conocer la evolución del PIB del país en los últimos trimestres, sobre la que existen importantes dudas, aunque, al menos ahora, se espera que la Reserva Federal (Fed) tenga muy presente el crecimiento económico antes de volver a endurecer las condiciones de financiación, según confirmó a mitad de semana. El petróleo también acompañó, al alcanzar máximos de los dos últimos meses. En Europa hay menos razones para mantener la calma, sobre todo, tras la caída en recesión técnica de Italia, ante los problemas de la banca y por lo irresoluble que parece abocado el Brexit, lo que llevó a los inversores a comprar bonos soberanos, hasta hundir la referencia a 10 años de Alemania en mínimos de 2016.