Porcelanosa ha sido la primera en darle su apoyo. El resto de aliados podrán entrar a través de una ampliación de capital que llevará a cabo la compañíaMADRID. Luis Portillo ha marcado estilo. El empresario andaluz fue el primero en demostrar que una pequeña inmobiliaria podía convertirse en un gigante con apenas dos pasos: comprando una cotizada de peso y ampliando capital. Así lo ha hecho al frente de Inmocaral, que ha terminado convirtiéndose en la segunda inmobiliaria de España, tras adquirir Colonial.Rafael Santamaría, dueño de Reyal, ha sido un testigo aventajado de este proceso. Acudió a la ampliación de capital de Inmocaral, donde se hizo con el 6 por ciento del grupo, y vio dispararse su inversión con el crecimiento del grupo. Ahora todavía controla el 5 por ciento, un porcentaje que venderá para repetir la jugada..., pero llevando él las riendas.Ampliación de capitalSantamaría está negociando con varios inversores su entrada en el capital de Reyal para crear otro gigante cotizado del ladrillo. Por el momento, ya ha conseguido el respaldo de Austral-3, empresa vinculada a Porcelanosa, que ha adquirido el 1,68% de la inmobiliaria, por 37,5 millones. Además, Reyal ha recibido el visto bueno del regulador a la opa de 3.317 millones que ha lanzado sobre Urbis.El precio que ha pagado la filial de Porcelanosa por la inmobiliaria supone valorar todo el grupo en 2.200 millones. Si sumamos esta cantidad a los 3.317 millones en que Reyal ha valorado Urbis, el nuevo grupo superará los 5.500 millones de capitalización bursátil. Pero esto es sólo el principio.Reyal ampliará capital, como hizo Portillo en Inmocaral, antes de fusionarse con Urbis y, así, tener mayor tamaño y músculo financiero para construir el nuevo gigante.Estos ambiciosos planes han llevado a Santamaría a aconsejar a los minoritarios de Urbis que continúen en el capital de la inmobiliaria: "La empresa resultante de la unión se posicionará como uno de los principales grupos promotores inmobiliarios españoles cotizados en Bolsa, con lo que a partir de ahora, los accionistas minoritarios podrán decidir si desean permanecer en Urbis y seguir formando parte de una compañía que se convertirá en uno de los principales grupos del sector".Un mensaje que lanza con la tranquilidad de saber que tomará el control de Urbis. El empresario ha sellado un acuerdo con Banesto, por el cual la entidad se ha comprometido a venderle el 50,26 por ciento que controla en la inmobiliaria. ACS, dueño de otro 24 por ciento, también aprovechará las generosas condiciones que ofrece Reyal para hacer plusvalías y destinar ese dinero a otros proyectos, como su actual interés por el sector energético.Santamaría ofrece 26 euros en metálico por cada título de Urbis. Con este precio, Banesto se garantiza unas plusvalías de 1.200 millones, el equivalente al beneficio de año y medio. ACS, por su parte, ingresará 823 millones, de los cuales, cerca de la mitad serán ganancias. Caja Madrid, Santander y Sabadell financian la opa; mientras Morgan Stanley y Freshfields Bruckhaus Deringer han actuado como asesores de la operación.La suma de Reyal y Urbis creará un gigante capaz de facturar más de 1.400 millones, con un beneficio antes de impuestos de 400 millones; y un cartera de 7,5 millones de metros cuadrados edificables. De hecho, la cartera de suelo de Urbis fue uno de los atractivos que llamó la atención de Santamaría.Venta de InmocaralLos ambiciosos planes de Santamaría le llevarán a separarse de su maestro. El dueño de Reyal tiene en venta el cinco por ciento que posee en Inmocaral. Una participación que, a cierre de mercado de ayer, alcanza un valor de 290 millones de euros. Una importante inyección de capital para hacer frente a la compra de Urbis. Con gran presencia en el mercado residencial, el reto que todavía deberá superar la nueva Reyal será diversificarse desde el negocio patrimonial hacia alquileres, una actividad más estable. El camino para ganar tamaño en este negocio puede pasar por la cadena Rafael Hoteles, que ostenta ocho establecimientos en Madrid, dos en Barcelona y uno en Lérida.