La operación tiene su origen en el caso BBV Privanza, que investiga presuntos delitos fiscales desde la isla de JerseyMadrid. Una investigación iniciada hace más de seis años por la Agencia Tributaria desembocó ayer en una espectacular operación policial para registrar las sedes del banco portugués Espírito Santo, además de las oficinas del BNP-Paribas, en Madrid y Barcelona.El registro, llevado a cabo por agentes de la Guardia Civil y funcionarios adscritos a la Unidad Central Operativa de la Fiscalía Anticorrupción, se amplió a lo largo de la mañana en las oficinas de la sociedad de valores Cartera Meridional, en Madrid, y en la sede de la entidad aseguradora Cahispa, en Barcelona. Además, se registraron los domicilios del presidente de Cahispa y de un empleado. La operación se llevó a cabo por orden del juez Baltasar Garzón, en el marco de una investigación por posibles delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública que inició la Agencia Tributaria en 2000. Se trata del procedimiento judicial 161/2000, que investiga un presunto delito fiscal por parte de personas vinculadas con BBV Privanza, radicado en Jersey.En esa investigación, de la que se levantó el secreto de sumario el pasado abril, están hasta ahora imputadas unas 20 personas, entre ellas el ex presidente de Burberrys España, Eugenio Mora, los hermanos José y Demetrio Carceller, propietarios de cervezas Damm, y varios abogados de Madrid y Barcelona que presuntamente ayudaron a los clientes de BBV Privanza a traer el dinero a España evadiendo al fisco. Bloqueo de 1.500 millones Con la incautación de documentos practicada ayer en el Banco Espírito Santo, el BNP y las otras dos entidades, se pretende determinar si todas estas sociedades están también implicadas en la red de evasión fiscal. Se trata de aclarar si el banco ha facilitado estructuras fiduciarias a varios clientes y sociedades para evadir capitales a la Hacienda Pública y blanquear dinero, según la Fiscalía. Anticorrupción, que había recibido hace algunos meses información adicional de la Agencia Tributaria en relación con la presunta evasión fiscal, envió el pasado 26 de octubre un escrito al juez Baltasar Garzón en el que solicitaba iniciar los registros en las sedes. Las pistas que han conducido al Espírito Santo, BNP-Paribas, Cartera Meridional y Cahispa se obtuvieron hace un año, cuando se efectuaron registros en varios despachos de abogados y en el domicilio de los clientes implicados en el caso BBV-Privanza. En esos registros, según la Fiscalía, se requisó documentación que implicaba a las entidades registradas ayer en una presunta estructura fiduciaria empleada para evadir capitales.Fuentes cercanas a la investigación precisaron ayer que hasta el momento se han bloqueado cuentas por valor de unos 1.500 millones de euros. La investigación se centra en un complejo entramado de sociedades no residentes en España que supuestamente habrían montado una masiva evasión fiscal utilizando depósitos a plazo fijo e inversiones en cuentas remuneradas opacas a la Hacienda Pública. Hasta ahora, no hay ningún arresto, aunque fuentes de la investigación aseguran que el registro de las sedes continuará al menos hasta hoy, y pueden surgir datos que apunten a los responsables de la trama, por lo que no se descarta que se efectúen detenciones.Los bancos tampoco están intervenidos, pero ningún empleado podrá trabajar en ellos hasta que finalicen los registros, una operación muy lenta por la cantidad de documentación y archivos informáticos que se están incautando.En la operación "suéter", como ha sido bautizada por las autoridades policiales, participan más de 100 agentes de la Guardia Civil y la policía y decenas de funcionarios de la Agencia Tributaria y la Fiscalía Anticorrupción, que son quienes están practicando los registros. A pesar de los indicios que apuntan a que las entidades registradas podrían haber facilitado a los clientes las estructuras societarias necesarias para llevar a cabo la evasión de capitales, tanto el Espírito Santo como el BNP-Paribas negaron ayer cualquier implicación en los presuntos delitos investigados.Un portavoz de BNP-Paribas explicó que la investigación se sigue contra un cliente y no contra el banco. Según su versión, se trata de un solo cliente y no de varios, y afirmó que la entidad colabora estrechamente con las autoridades.También el banco portugués aseguró que la investigación va dirigida contra "entidades clientes", y que la entidad se ha puesto a disposición de las autoridades sin modificar su actividad habitual, que se reanudará cuando las autoridades judiciales lo determinen. El banco asegura que "actuó, actúa y seguirá actuando en el más riguroso cumplimiento de la Ley". Banco Espíritu Santo afirmó por otra parte que las cuentas bloqueadas en su entidad son de clientes y por un total inferior a los 5,5 millones de euros. "Ninguna es opaca" sino son corrientes y conforme a la legislación vigente, subrayó en la nota. El banco luso aseguró además que no ha ofrecido intrumentos fiscales o productos financieros que tengan por objeto el incumplimiento de las obligaciones fiscales de sus clienteHasta ahora, no se han desvelado los nombres de las personas físicas o las sociedades que estarían implicadas en la trama para evadir capitales. El juez Baltasar Garzón ha decretado el secreto del sumario en esta pieza separada de la operación BBV-Privanza. El fiscal Luis Pastor, de Anticorrupción, ha sido asignado al caso por la Fiscalía.