De Oriente Medio solo llega lo malo. Los me-dios de comunicación que registran la inflexible actualidad solo dan espacio a esta región a razón de terrorismo, petróleo, guerra, religión o asesinatos a pie de embajada. Sin embargo, hay más y está lejos de lo que se pueda imaginar. Echar un ojo a las películas del director Asghar Farhadi es un buen ejercicio para adentrarse en la sociedad árabe, en este caso iraní, al tiempo que se disfruta de un cine magistral. Las redes sociales también son otro espacio donde intimar a modo de voyeur con la cara más costumbrista de la realidad de Oriente Medio. Y precisamente, a través de Instagram, el club privado Mr.Erbil ha dado la vuelta al mundo, ofreciendo una imagen diferente, la de unos hombres elegantes que aseguran que el Kurdistán, en lucha contra el Estado Islámico, es más que guerra y violencia. Mister Erbil Gentleme's House se bautiza como el primer club de caballeros kurdo-iraquí. Asentados en Erbil, la capital de la Región Autónoma Kurda en Irak, se fundó en el año 2015 con un objetivo claro: "demostrar que el Kurdistán es más que un lugar del mapa que lucha contra Isis, crear conciencia para detener la violencia contra las mujeres y fomentar la venta de bienes producidos en la región con la esperanza de impulsar una economía que estaba sufriendo". El caso Kurdistán El nacimiento de Mr.Erbil no ha estado exento de críticas, sobre todo por el momento de la historia en el que ha nacido. Uno de los miembros de este club cuenta a este medio que la ciudad de Erbil apenas "está a 15 minutos de la línea de guerra con la organización terrorista más grande del mundo, Isis". No obstante, relata que la vida era normal y que nunca se habían sentido amenazados: "Íbamos a trabajar diariamente y salíamos durante la noche". De hecho, el momento actual, asegura este club, es positivo. "La situación es muy buena y la vida es muy normal. Hay muchas empresas internacionales que operan en la región". Lo cierto es que la situación del Kurdistán ha sido y es una de las más particulares de Oriente Medio, los kurdos son la minoría étnica sin Estado propio más importante de toda la región, pues su territorio está dividido entre Turquía, Siria, Irán e Irak; y luchan desde el siglo pasado por su independencia. Un reconocimiento no conseguido pero que no ha evitado que la región iraquí del Kurdistán haya vivido en la última década una relativa estabilidad política, bélica y económica. De hecho, Mister Erbil Gentleme's House agradece a los Peshmerga, término usado por los kurdos para referirse a los combatientes kurdos armados, su compromiso con la defensa de esta etnia. "Nunca nos dejan sentir ningún miedo", explican. Y la contrapartida a esta gratitud se posiciona como uno de los cimientos de este club: "A cambio, y dado que la vida era muy normal, y los medios de comunicación nunca se centraron en la vida cotidiana normal de la ciudad de Erbil y las demás ciudades de la región del Kurdistán, quisimos mostrar el lado positivo de nuestra vida al mundo a través de la moda", explica. "Merecemos no quedarnos atrás y luchar en una batalla diferente para mantener viva nuestra economía y nuestros sueños. Vivíamos, dormíamos, trabajábamos y caminábamos por la calle sin ningún temor", añaden. Otro Oriente Medio El club Mr. Erbil se ha servido de las redes sociales para mostrar la realidad que se vive en esta región de Irak y que difiere del imaginario social que se tiene en Occidente. "Mostramos la vida positiva y segura en las ciudades de la región del Kurdistán para que aquellos que viven en todo el mundo puedan ver que nos enfrentamos a los que querían quitarnos nuestra democracia, nuestra libertad para todas las religiones que viven en paz". Así, su cuenta de Instagram es un registro de imágenes costumbristas, en calles, bazares y lugares históricos, que muestran la vida diaria de la capital y con la moda como elemento vertebrador. Un pegamento que también les ha valido críticas, porque muchos entienden que reproducen un canon de belleza europeo. Sin embargo, ellos mantienen que quieren recuperar la moda y estilo afandi, inspirada en los atuendos que dejaron los otomanos, que vistieron sus antepasados a comienzos del siglo pasado: "Nuestros abuelos solían usar trajes elegantes durante los fines de semana e ir a los cafés y lugares de té para reunirse. Quisimos traer de vuelta esta cultura a la comunidad". Sin embargo, no es solo moda lo que defiende. El manifiesto de este club comprende animar a los jóvenes a luchar por sus sueños, a no abandonar la región y a luchar por las libertades, tanto de culto como de sexualidad. Este club, como el Kurdistán, admite todas las religiones en una convivencia sin conflictos. Y declara su lucha contra la homofobia o el machismo: "Creemos en la humanidad y creemos que las personas deben respetarse unas a otras y amarse unas a otras y establecer un valor mutuo basado en la humanidad, nada más". Defensa de la mujer Lo cierto, la lucha a favor de los derechos de la mujer y contra la violencia es otro de los objetivos de este club. Su primera iniciativa fue publicar un vídeo en 14 idiomas diferentes con un mensaje claro: "Detener la violencia contra las mujeres". Y a partir de ese momento, todos los jueves dedican a través de sus redes sociales una imagen y una breve biografía de una mujer local que haya logrado algo importante. Sin embargo, sobre el uso del burka o el hijab entienden que es una decisión muy personal y que su uso es normal. Emprendimiento local La última de las estrategias de Mister Erbil es contribuir a impulsar la economía local, primero a través del consumo de materiales y mano de obra local y más tarde creando su propia marca de ropa y abrir su primera tienda, objetivo que han conseguido este mes. El concepto de negocio de este establecimiento es una casa de caballeros con moda prêt-à-porter, servicio de sastrería, peluquería y cafetería. "Nos diferenciamos de nuestras marcas con calidad y precio asequible. Además, el servicio al cliente es nuestra prioridad". Otra de las señas de identidad de este negocio es utilizar materia prima local que no haya implicado el sufrimiento animal y pagar de forma justa la mano de obra.