Las eleva desde 100 millones para 2017 y 2018 hasta más de 100 millones sólo este añoAlcoa, en medio de la negociación con Gobierno y sindicatos por el cierre de sus dos factorías en Avilés (Asturias) y La Coruña, que afecta a unos 700 trabajadores, ha elevado su estimación de pérdidas para sus plantas de aluminio en España durante el presente 2018 hasta superar los 100 millones de euros. Hace tres meses, cuando anunció el cierre de las fábricas, la multinacional norteamericana indicaba que estas dos factorías iban a perder unos 100 millones entre 2017 y 2018, pero ahora considera que sólo en el presente 2018 van a perder más de 100 millones, e incluye en el cálculo, por primera vez, la producción de aluminio de la fábrica de San Ciprián (Lugo). En la fábrica de San Ciprián, que no cerrará, Alcoa también produce alúmina, el material precursor del aluminio, una actividad en la que sí obtiene beneficios, según explica a elEconomista. Los nuevos números se derivan de la actualización del informe técnico encargado a la consultora Forest Partners sobre la situación económica de las instalaciones, en el marco de los procesos de cierre y de las negociaciones. La empresa y los sindicatos mantuvieron la noche del jueves una maratoniana reunión en la que se expusieron las líneas generales del documento, de carácter confidencial. Menos ayudas por CO2 Fuentes sindicales señalan que el informe de Forest Group hace referencia a la sobreproducción global de aluminio y los precios de la alúmina, e incide en el "aumento significativo" de las pérdidas de las tres fabricas. E insisten en que estas pérdidas están relacionadas con los menores ingresos que van a recibir porque el Gobierno ha reducido las ayudas para compensar los costes de CO2 que presupuestó el PP. En los Presupuesto Generales del Estado de 2018 figuraba una partida de 150 millones para compensar a la industria pesada por el incremento que el precio de las emisiones de CO2 -que se han triplicado este año- provoca en la electricidad, pero el Gobierno finalmente sólo ha librado 84 millones. La empresa confirma que las previsiones de pérdidas han subido -"según evoluciona la situación se hace el ajuste que corresponde"- y apunta también a los precios de la energía en España, que representan el 40 por ciento de los costes de la producción de aluminio, aunque recuerda que hay otros factores específicos de las plantas que prevé cerrar, como su obsoleta tecnología o sus pequeñas dimensiones. Preguntada por las pérdidas anunciadas en San Ciprián, la multinacional entiende que son "coyunturales", mientras que las pérdidas de las fábricas de Avilés y La Coruña son "estructurales".