Es el único sector comercial que no se beneficia del recorte de tarifas logrado en 2005madrid. El pasado 1 de diciembre de 2005 los comerciantes no podían disimular su satisfacción tras pactar con la banca una amplia rebaja de las comisiones que soportan cada vez que un cliente abona las compras con tarjetas. Meses después es presumible que mantengan la euforia viendo como se cumple el guión al pie de la letra, pero no todos tienen razones para el contento. Las autopistas pagan ahora más a su banco o caja, a diferencia del resto de establecimientos que también admiten las tarjetas bancarias. La comisión media abonada por las autopistas era del 1,82 por ciento a finales de junio, frente al 1,76 por ciento que sufragaban seis meses antes, según las últimas estadísticas del Banco de España. Para el resto, el acuerdo alivia la factura bancaria. En algunos sectores de manera poco significativa, como en gasolineras, donde la tarifa media cae desde el 0,72 al 0,71 por ciento, al encontrarse ya muy ajustada. Entre los grandes ganadores del pulso a la banca figuran los restaurantes (cae del 2,31 al 1,77 por ciento), droguerías (del 2,10 al 1,55 por ciento) y el comercio minorista (del 2,10 al 1,57 por ciento). En su día se estimó que los comerciantes ahorrarían 2.000 millones de euros en tres años y en seis meses la banca ha dejado de ingresar 100 millones de euros. Pero ¿qué ha ocurrido con las autopistas? No es un incumplimiento del acuerdo. El pacto sólo regula las comisiones que se cobran entre sí el banco que emite la tarjeta y aquel otro que instala el lector de la banda magnética en la tienda por aquello de evitar una concertación de precios perjudicial para el cliente. A finales de 2005 se acordó reducir esa tarifa a la mitad antes de 2009, y lo habitual es que cualquier variación se traslade al establecimiento. De hecho, el comercio ya paga un 20 por ciento menos de media. Pero no hay reglas escritas. Cada banco y caja es libre de cobrar lo que quiera a los clientes y éstos de tratar de negociar los costes. En cualquier caso, el gran objetivo del convenio es minorar el recibo bancario del comercio y la banca quiere compensar la merma con otros ingresos. El principal es fomentar el uso de las tarjetas para cobrar un mayor número de comisiones aunque sean de importe inferior, pero también ha disparado la cuota que paga el titular por disfrutar del dinero de plástico.