A Fernando Clavijo se le nota su formación como economista. Para el presidente del Gobierno de Canarias toda buena administración pasa por una gestión económica intachable, aunque reconoce que el haber logrado que el archipiélago sea la única región que está en superávit presupuestario le puede a pasar factura política a su formación, Coalición Canaria. Por ello, reclama al Ejecutivo de Pedro Sánchez una flexibilización de la regla de gasto autonómica que les permita utilizarlo en servicios sociales. ¿Qué le pide Coalición Canaria, partido al que pertenece, al Gobierno para apoyar los Presupuestos que se llevarán en enero al Congreso? Primero, que nos llamen, puesto que aún no sabemos qué Presupuestos van a llevar. Segundo, aspiramos a que se consoliden los logros alcanzados en 2018 en las Cuentas de 2019. Pero queremos que se completen también los de este año. ¿Qué queda por cumplirse? El convenio de carreteras, el convenio de obras públicas, las transferencias de transportes, el convenio de infraestructuras educativas… Hay cosas por culminar en este 2018 y el año se acaba. Y de cara a 2019, ¿qué reclama? Que se cumpla el régimen económico y fiscal que acabamos de aprobar y lo incluido en el nuevo Estatuto de Autonomía, que conlleva una serie de obligaciones para el Estado, de ayudas, de compensaciones y de partidas presupuestarias que tienen que estar reflejadas. Nosotros esto se lo transmitimos ya a Meritxell Batet, que es la ministra responsable. Todo lo incluido en el estatuto de autonomía tiene que contemplarse. Para el próximo año se va a aprobar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros. ¿Cómo valora esta medida y su impacto para el mercado laboral canario, donde los sueldos son más bajos en la mayoría de las autonomías? Nosotros estamos de acuerdo en que el salario mínimo interprofesional se suba, aunque nos hubiese gustado más que se derogase la reforma laboral en primer lugar. Lo hubiésemos preferido, así se lo hemos propuesto al Gobierno. Eso posibilitaría un equilibrio de fuerzas que permitiría puestos de trabajo más estables, con salarios más dignos, y que de manera adecuada y paulatina en el tiempo pudiéramos recuperar lo que perdimos. La subida directa sin equilibrar las fuerzas, en una región como Canarias donde muchos trabajadores del sector servicios cobran el SMI, puede llevar a la tentación de reducciones de jornada unilaterales por parte de la patronal o incluso a despidos. Ojalá me equivoque, pero mucho me temo que será así. ¿Cree que todas las autonomías deben jugar con reglas del juego fiscales similares? Nosotros entendemos que el diferencial fiscal es un elemento de competitividad para atraer inversión. Si nosotros no tuviésemos ese diferencial no habría incentivos. Otra cosa es que, luego, con los índices correctores correspondientes, haya comunidades que tengan que contribuir más a la financiación autonómica, pero ese es un debate también que parece que se ha querido quitar de en medio. ¿Cómo vas a sostener el Estado del Bienestar y los servicios esenciales si no has resuelto el debate del sistema de financiación? Aquí se requiere un gran acuerdo para que pongamos sobre la mesa qué Estado del Bienestar queremos o qué podemos pagarnos. ¿Es un momento para debatir esta cuestión, dado el alto nivel de crispación política? Seguimos posponiendo el debate y jugando al tacticismo político. Aquí lo que está faltando es altura de miras. Lo que anteayer no era populismo, ahora resulta que porque entra Vox sí es populismo y está en peligro la democracia y la Constitución. Y por otro lado, estás pactando con gente antisistema que quiere abolir la Constitución y quiere separarse de tu país. Para mí, son tan malos ERC o PDeCat como Vox. Populistas y radicalistas, gente que no cree en el sistema. La flexibilización de la regla de gasto es una de sus reclamaciones habituales. Bueno, es una de las condiciones para apoyar Presupuestos. Nosotros somos conscientes de que el Estado no ha hecho la tarea y que sigue teniendo un déficit superior. Por eso lo que hace es comerse el superávit de ayuntamientos y, en este caso, de Canarias para poder enjuagar sus Cuentas ante Bruselas. Estamos dispuestos a llegar a acuerdos. A lo que no estamos dispuestos es a que Canarias, que tiene unos indicadores sociales fruto de mala y peor financiación durante años que otras regiones, no pueda utilizar ese superávit. No hablo de endeudarnos para pagar el gasto corriente, pero sí poder utilizar el excedente que tenemos para pagar educación, sanidad o dependencia. ¿Considera que el haberse tenido que apretar tanto el cinturón le va a pasar factura política a Coalición Canaria en las próximas elecciones autonómicas? Habrá factura política. Ya hemos tenido un coste político porque los ajustes generan desafección hacia unas administraciones que son incapaces de dar respuestas. Pero estamos en el mundo de la postverdad, en el que los políticos dicen lo que la gente quiere oír. Eso es lo que nos ha llevado al populismo, que ha surgido tanto por la derecha con Vox como por la izquierda con Podemos. O con el independentismo, con ERC y PDeCat. Y esto es fruto de los propios partidos constitucionalistas.