Además del bajo nivel de ahorro, hay un alto índice de economía sumergidaCuatro de cada diez millennials mexicanos, los nacidos entre 1985 y el año 2000, podrían vivir su vejez en condición de pobreza debido a a que una gran parte de ellos trabajan en la economía sumergida y no cuentan con un plan de jubilación, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). "Los bajos niveles de ahorro para el jubilación y el alto nivel de economía sumergida son factores que podrían provocar en el futuro este segmento de la población, cuando llegue a la edad adulta mayor sea de estrato socioeconómico bajo o medio y que requieran seguir trabajando para subsistir", advirtió la asociación. La cifra de millennials, entre 20 y 34 años, ocupados asciende en México a un total de 18,5 millones de personas (poco más de una tercera parte del total nacional), de los cuales, aproximadamente 10 millones, el 54 por ciento, trabajan en la economía sumergida, lo que implica no acceder a servicios ni instituciones de salud, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi al cierre del tercer trimestre de este año. Además, este segmento de la población empezó a trabajar después del inicio del cambio legislativo para la jubilación aprobado en 1997, por lo que su renta disponible una vez dejen de trabajar será inferior a la de aquellos que se retiren de acuerdo con las leyes de 1973, destaca el director general de Insignia Life, Francisco Lozano. El directivo señala que a día de hoy, los empleados que vienen de la ley de 1973, siempre y cuando hayan cumplido toda su historia laboral en términos de aportaciones y tiempo trabajado, van a tener en el mejor de los casos una pensión estimada de 60.000 pesos mensuales (2.500 euros). Contrasta con el caso de las personas que empezaron a trabajar a partir de 1997, las cuales van a tener un 40 por ciento del promedio del salario de los últimos cinco años, es decir, una pensión aproximada de 24.000 pesos (1.000 euros), cantidad que es menor a la mitad de aquellos que cotizan con la ley anterior, explica Lozano. Los niveles de ingresos salariales son bajos en México. De acuerdo con los datos del Inegi, el 64 por ciento de los millennials, alrededor de 11,8 millones de personas, trabajan con un sueldo, en el mejor de los casos, de hasta tres salarios mínimos (7.952 pesos o 342 euros al mes), por lo que de persistir esta situación, a pesos actuales, estas personas se retirarán con una renta de poco más de 3.181 pesos como máximo (187 euros como máximo). Aunque las proyecciones podrían sonar un poco aventuradas porque a esta generación de trabajadores todavía les quedan de 20 a 35 años de trabajo por delante, Lozano dice que va a depender de lo que se desarrolle en la economía profesional laboral de México. Emprendedores "Y mucho tendrá que ver, como hoy lo estamos empezando a ver, con un grupo de personas que están orientadas a su propio negocio, a manejar sus horarios, pero definitivamente a tener iniciativa como emprendedores en las especialidades de los ramos profesionales que cada uno tenga" agregó el directivo. Sin embargo, actualmente el número de millennials que emprenden y son empleadores asciende a 442.000, apenas un 2 por ciento del total; en contraste con los 14,8millones de trabajadores por cuenta ajena y remunerados y que constituyen el 80 por ciento de la población ocupada perteneciente a esta generación. Frente a esta precaria situación sobre su futura jubilación, los trabajadores que cuentan actualmente entre 20 y 34 años podrían, aunque sean independientes o por cuenta ajena, hacer aportaciones de manera voluntaria a los planes que tienen, tanto las aseguradoras como las Afore (Administradora de Fondos para el Retiro, un sistema personal de ahorro), para efectos de ir generando una acumulación en el tiempo y así agrandar y hacer un poquito más gruesa su pensión, expresó Lozano. Sin embargo, eso dependerá finalmente de la capacidad de ahorro y previsión que puedan tener los millennials a lo largo de toda su vida laboral, de ahí que de prevalecer el empleo informal y las bajas remuneraciones, esta generación y las que le siguen corren el riesgo de que su vejez de una parte importante de ellos esté marcada por la pobreza.